Término medio

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Estaba siempre muy alegre o muy deprimida. Para ella no había término medio. Algunos decían que estaba loca. Lo decían los tontos. Los tontos no podían entenderla.

-Charles Bukowski, La chica más guapa de la ciudad.

Zayn.

De camino a la enfermería ella no despejo ni un solo momento su cabeza de mi pecho, ella era tan ligera parecía una pluma delgada y frágil.  Nadie nos  vio más  una chica que seguramente no bajo a comer y se encontraba en los dormitorios esa chica se veía tan delgada incluso más que esta tonta y su mirada me dejo perplejo.

Su mirada tenia vida, su mirada hacia que no creyeras que tuviera ganas de ser solo huesos, ella es tan bonita pero esta demacrada me sorprendió ver en su mirada vida, la mirada de la chica que traigo en mis brazos se ve extinta sin ganas de vivir pero esta chica se ve mas delgada y aun así sus ojos me llenaron por completo.


Toco la puerta y me abre una enfermera que se veía de una edad madura ¿50, quizás?


- ¿Qué le ha pasado?- pregunta con una voz amable y cargada de preocupación con cierto toque de ingenuidad debido que ella sabe el problemas de estas locas y viendo la gran cantidad de sangre.

-Se ha cortado la muy tonta- le conteste lo más amable que pude porque fue una pregunta muy estúpida- Necesita que le suturen en 2 cortadas porque son demasiado profundas- sentencie y  la tonta en ningún momento volteo a ver a la enfermera, no dejaba de esconderse en mi pecho.

-Es lo que veo- dijo la enfermera pensativa- déjala en la camilla para que la pueda curar

-Si- conteste, pero fue hasta que trate de ponerla en la camilla cuando me di cuenta que ella estaba aferrada abrazándome- Suéltame para que te pueda dejar en la camilla- le dije en el tono más calmado que pude.

-Mmm- murmuro mientras soltaba su agarre a la misma vez que sus manos temblaban y así la deje en la camilla pero antes de que me alejara un poco de ella me agarro volvió abrazar y escondió su rostro en mí, que ella haga eso hace que recuerde cosas que creía olvidadas y superadas pero no esas cosas siguen ahí atormentándome

-Te puedes quedar así mientras la curo para que no vea después de todo esto te dolerá cariño.

Mientras la enfermera la limpiaba y saturaba las 2 heridas más profundas esta tonta no grito ni una sola vez pero si me apretaba cada vez más fuerte tanto que desee que su dolor lo tuviera yo pero NO, la verdad es que ese dolor se lo provoco ella y nadie debería sufrir por las decisiones que toman estas personas porque ellas mismas se infligen su dolor sin pensar en los daños colaterales que esto puede traer.

Después de 2 horas la enfermera había terminado y ella no podía caminar si no queríamos que se le abrieran las heridas.

-Gracias- susurro la tonta a la enfermera

-Deberías quererte más querida- le contesto la enfermera y no espere ni un segundo más para tomarla en mis brazos y salir.

-Gracias- le dije mientras cerraba la puerta.

 Sabía que ahora no podríamos subir a los dormitorios porque para pasar por los nuestros tendríamos que pasar en donde están todas las chicas y seguro ahorita todas ya estarían ahí.

-No podremos subir si no quieres que alguien nos vea

-Mmm- murmuro, esta chica no habla más de lo necesario y sigue escondida en mi pecho.

 Como sabía que no  me iba a responder nada decidí ir a la sala de juegos que teníamos los chicos y yo para relajarnos, cuando entre la deje en el sillón y yo me senté a su lado pero guardando distancia e hice el sillón para atrás ¡benditos sean los sillones reclinables!

"Atención"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora