𝐕𝐈𝐈

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Quackity no pudo seguir hablando porque los labios de Wilbur se estamparon contra los suyos. Quackity se quedó quieto pero un rato después estaba devolviéndole el beso. Quackity no podía creer que estuviera recibiendo un beso de su crush y la aprovechó. Al principio era un simple pico, sus labios unidos de forma superficial, pero pronto el castaño sumó su lengua a la ecuación y todo explotó.

Pudieron seguir besándose ahí mismo, pero el balón pegando cerca de ellos hizo que se separaran. Se levantaron y fueron a una de las esquinas de la escuela, cubierta por varios arbustos. Una vez ahí, se besaron un poco más y escucharon canciones de Taylor Swift. Quackity se sorprendió de que a Wilbur le gustara Taylor y eso hizo que le gustara más.

—Debemos ir a la siguiente clase —dijo Wilbur después de regular su respiración y le dio una sonrisa. Quackity asintió, Wilbur no parecía incómodo por el beso —lo besos—, es más se veía feliz.

Apenas y pudo concentrarse en las siguientes clases por estar imaginando escenarios en donde él y el castaño se casaban. Y en alguno bastante raro, Luzu se oponía a la boda con ‘Speak Now’ de fondo. A la hora del receso, el pato se levantó muy emocionado y se llevó a Missa y a Roier con él mientras caminaban a la cooperativa. Esperó para contarles pues el Missa se compró un pambazo o guajolote, como quieran llamarle, unos chocolates para su novia Mafer y una paleta para Philza.

—¿Qué pasa, pato? —preguntó Roier. —Iba a ver a Cellbit en su salón.

—Lo invitas a la kermés del viernes —dijo Missa, mientras regresaban a sentarse en su lugar de siempre—, cuenta, pato —pidió como buen chismoso.

—¡Wilbur me besó!

—¡¿QUÉ?! —Exclamaron los dos con gran sorpresa con los ojos bien abiertos como platos.

—¿Neta me lo juras, wey? —dijo Roier.

—¡Mi shipp, wey! —exclamó Missa.

—¡Te lo juro, wey! —le decía Quackity.

Mientras Quackity le contaba a sus amigos aquel suceso, Wilbur hablaba con Philza y su novia sobre aquello. Su rostro se encontraba rojo y hablaba de la ternura que le había provocado ese momento.

—Quiero besarlo otra vez —dijo cubriendo su rostro con sus manos, avergonzado.

A la hora de la salida se fueron juntos y el castaño tuvo que resistir el impulso de tomarlo de la mano mientras caminaban, pensando que tal vez Quackity no se sentiría cómodo con eso.

—Quackity… —no sabía de dónde salió la voz. —Este… ¿querés… uhm… venir conmigo a hacer las galletas de Taylor?

Los ojos de Quackity brillaron, ¿alguien le estaba pidiendo una cita con temática de Taylor Swift?

—¿Entonces hoy no estudiamos?

—No, sí vamos a estudiar —frunció el ceño de una manera que a Quackity le pareció adorable. —Pero también podemos hacer las galletas.

Para la tarde noche, el olor a galletas calientitas estaba en el aire y varias polaroid estaban en la mesa. Quackity con cara de concentrado mezclando, Quackity cubierto de harina al abrir la bolsa, Wilbur rompiendo los huevos en la mezcla y varias más, Cuando se despidieron, Wilbur guardó la foto que le pareció más bonita: Quackity bailando como la rubia mientras estaban escuchando ‘You belong with me’.

Ya estaba perdido en las redes de Cupido.

𝐄𝐆𝐆'𝐒 𝐏𝐑𝐎𝐉𝐄𝐂𝐓 | quackburDonde viven las historias. Descúbrelo ahora