One - Shots Harry Potter

Ron Weasley

Apuestas

Había terminado la primera prueba, había terminado la apuesta.

¿Por qué se le había ocurrido apostar? Cinco contendientes y un perdedor.

En la sala común, a Blaise no se le desaparecía la sonrisa del rostro —El castigo fue tu idea, no puedes quejarte.

Corrección, sí podía, porque no pensaba que perdería —No me hagan esto. Pensemos en otra cosa.

—Es solo una invitación, lo más probable es que te digan que no —soltó Pansy intentando animarla.

—Ser rechazada por un gryffindor es aún más patético que invitar a uno al Baile de Navidad.

Draco casi había revisado todos los nombres en el frasco cuando Theo preguntó —¿Pongo también a la sangre sucia y a la niña Weasley?

La sonrisa de Blaise se hizo más grande —Reglas son reglas, yo confío en tus encantos.

—Ya, Draco, trae el frasco de una vez, terminemos con esto.

—Déjame disfrutar el momento.

—Si hubieras perdido, habría pagado por verte invitar a Potter —le dijo con una sonrisa, sabiendo que ganaría una mirada desaprobatoria de Pansy.

El platinado anunció con más ganas —No lo olvides, debes intentar que acepte tu invitación.

TN metió la mano en el frasco y suplicó mentalmente que fuera la mejor opción entre tanta desgracia. Sacó el papel de su futura invitación y antes de que pudiera verlo, Blaise se lo arrancó de las manos y se lo mostró a todos.

Ron Weasley.

El sonido de risas estalló entre sus amigos.

Suplicar que el pelirrojo ya tuviera una cita había sido su idea original, por lo que esperar el mayor tiempo posible que sus amigos habían podido aguantar sería su plan de salvataje.

Unas semanas después, saliendo de la clase de pociones, TN observó al trío de amigos hasta que parecieron separarse.

—Weasley — lo llamó desde una corta distancia.

El chico volteó con la duda dibujada en su cara —¿Me hablas a mí?

—¿A quién más le estaría hablando?

—No soy el único Weasley aquí.

—¿Por qué hablaría con tus hermanos?

—¿Por qué hablarías conmigo? — cuestionó Ron, confundido por la repentina atención de la slytherin.

TN pensó rápidamente. Un rechazo y fin del juego —Me gustaría saber si tienes una cita para el baile de Navidad.

La confusión en el rostro de Ron se intensificó —¿Por qué?

Suspiró, era ahora o nunca, le dolería decirlo —Es que... me gustaría ir al baile contigo.

El chico la miró más confundido que nunca y no dijo nada.

Intentó ser más directa —¿Tienes una cita o no?

—No.

Eso no lo esperaba —¿No?

—¿Por qué me estás invitando?

La chica intentaba pensar una razón válida que tuviera sentido —Bueno, eres sangre pura y era obvio que no te atreverías a invitarme.

El pelirrojo pareció considerar sus opciones y, después de darle un vistazo rápido a la slytherin, soltó —Acepto.

—¿De verdad? —respondió, cuestionando su respuesta.