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valentín amaba la atención, amaba ser rebelde, amaba hacer enojar a sus padres —cuando estaban presentes— y amaba ser él. por eso, decidió meterse a omegle en una de esas tantas tardes que tenía luego de volver de la escuela.
no se preocupaba por los estudios, si los profesores lo aprobaban por babosos. bueno, igualmente valentín también los engatuzaba un poco... pero eso es otra historia.

el pelirrojo se encontraba recostado sobre su estómago, mirando su laptop con una fría expresión. nada le llamaba la atención. penes, tetas, alguna que otra chica aburrida, otros chicos aburridos, nenitos sin supervision de sus padres... hasta que vio algo que lo sacó de su aburrimiento y le hizo cambiar su cara de poker por una de sorpresa.

en la pantalla se veía un chico morocho, de aspecto intimidante y unos ojos oscuros. estaba sentado y de fondo se veía lo que sería su habitación, decorada con posters y banderas de boca.

ambos se miraron por bastante tiempo, hasta que valentín sonrió y sin olvidar su naturaleza, decidió romper el hielo.

— ¿sos de boca? supongo que si... - le preguntó.

— si... ¿y vos? - respondió el contrario mientras se deleitaba viendo la imagen del coloradito recostado, mostrando levemente su culo. obviamente era una provocación.

- yo también... - valentín se paró y mostró un hermoso tatuaje del escudo que tenía en su pelvis. era algo secreto, sólo sus amantes podrían verlo.

el chico que estaba del otro lado de la pantalla se relamio y sonrió con aprobación.

— que hermoso tatuaje... ¿valen? ¿así te llamas? yo soy marcos. ¿cuántos añitos tenes? pareces pendejito. — preguntó el mayor.

valentín se volvió a recostar como antes y asintió levemente.

— tengo dieciséis. ¿parezco mas grande?

y como por arte de magia, a marcos le encantó la idea de estar viendo de esa forma a valentín. era mucho mas emocionante.

— podría ser...

y así pasó una hora entera de ambos charlando, pero cada vez con mas tensión. sin embargo, valentín parecía comenzar a aburrirse, cosa que marcos notó al instante.

— bueno... podrías pasarme tu insta. ¿no? - le preguntó marcos mientras sonreía picaronamente. valentín asintió y lo escribió, para luego apagar su computadora.

y así pasó el día tranquilo, acostado en el sillón, mirando una serie. todo parecía ir correcto, hasta que sintió varios golpes en su ventana.

— ¿ah? y eso...

valentín se acercó a la ventana que había sido golpeada y la abrió, para poder mirar si afuera había alguien. sintió como forzaban la puerta, pero para cuando ya se dio vuelta era demasiado tarde. un hombre mucho mas grande que él lo tenía aprisionado, y ni siquiera podía identificarlo porque traía un pasamontañas.

— ¡¿quién sos?! ¡¡dejame!! ¡¡hijo de puta!! - el colorado se sacudía para todos lados, pero era inútil intentar escapar del fuerte agarre del hombre.

— ¿no me conoces, valen? soy tu chico internet...

marcos. era marcos.

de alguna forma lo había encontrado y eso lo aterraba. habían hablado tres horas, ¿cómo carajo pudo encontrarlo? y la respuesta es simple: por su instagram. si valentín es tan estúpido que se delata solo en la red social.

— loco de... mierda... — el pelirrojo sollozaba mientras ya se imaginaba lo que pasaría. le hubiese encantado tener sexo con marcos, pero en otras condiciones.

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𝐂𝐇𝐈𝐂𝐎 𝐈𝐍𝐓𝐄𝐑𝐍𝐄𝐓 » 𝖻𝖺𝗋𝖼𝗈 & 𝗋𝗈𝗃𝗈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora