案 : ¡Á𝗠𝗔𝗠𝗘!﹙𝖽𝖺𝖾𝗋𝗂𝗇﹚

Capítulo 3

Salida del colegio

Los padres de Haerin y los de Danielle estaban afuera esperando a sus cachorras, la alfita tenía la oportunidad de olvidar esa salida de juegos pero vió tan entusiasmada  a la  omega hablando con sus padres que retiró lo que estaba pensando, por preguntar a sus padres si podía salir con una omegita por unas horas.

Estos aceptaron y agarraron la mochila de su pequeña, despidiéndose de ella y vió como los padres de Kang levantaron su cabeza y también se despidieron de los padres de Marsh, ¿acaso se conocían?.

—Dani mi mami dijo que sí y nos llevará ella a los juegos, ven vamos— la omegita con confianza entralazo su manito con la de la alfita, Marsh no quitó su mano porque sentía la suavidad de la mano de la contraria.

—Buenas Tardes señor y señora Kang, soy Marsh Danielle —esta hizo una reverencia a los padres de la omegita, la alfa de Marsh por dentro estaba celebrando al conocer a sus suegros mientras Danielle decía internamente que se callara.

—Buenas tardes, es un gusto conocerte de nuevo aunque ya lo hacíamos— dijo la señora Kang—yo los llevaré a los juegos— sonrió, el señor Kang se despidió de las pequeñas y se regresó a la casa.

Pasaron algunos minutos y habían llegado, muchos tipos de juego habían pero ellos fueron al laberinto, antes de que Haerin vaya la señora Kang amarró el cabellito de su hija.

— Ahora si cariño vayan diviértanse, aquí los espero— está se quedó en unos asientos cercanos a los juegos por precaucion

—Dani —le habló a su Unnie, esta volteó su cabeza rápidamente, se veía tan linda con esa coleta que su mami le puso— vamos a los juegos— esta entrelazó sus manitos con los de la alfa como hace rato, la omega y alfa de ambas por dentro se sentían unidos

Llegaron al juego, se quitaron sus zapatitos y los dejaron en unos compartimientos uno al lado del otro.

—Unnie no te separes mucho de mí— en su voz había temor, la alfita asintió, no se separaría de ella.

La diversión comenzó, ellas comenzaron a jugar en el laberinto, corrieron dentro de aquel juego.

— Unnie no tan rápido— dijo exhausta la pequeñina, la alfa se acercó a ella —te atrapé— habló riéndose la omega

—Eso es trampa— dijo Danielle algo enojada — no vale eso, pero ahora sí no me vas a atrapar— habló marsh para correr a unos metros alejado de ella.

Haerin se paró y comenzó a buscar a la alfita, no debe estar tan lejos pensó la omega, pasaron cinco minutos y no la encontraba, de pronto se sintió sofocada, comenzó a sudar, veía como las paredes se achicaban tenía claustrofobia y estar sola en ese momento aumentaba su miedo de quedarse ahí para siempre.

—¡Haerin! ¡Rinnie!— se acercó rápidamente ala omega viendo como se estaba desmayando, las piernas de la pequeñina se volvieron flacidas haciendo que este poco a poco cayera y Marsh con total rapidez puso sus manitos para que no chocara la cabecita castaña de la omega con el duro piso.

La pequeña omega se encontraba inconsciente en sus brazos.