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Sábado

Oh Daehyun era un niño de apenas 10 años, muy animado y extrovertido, pero que últimamente estaba reservado, muy reservado.

El habia ido con buenas intenciones a la cabina de confesiones para poder encontrar paz y tranquilidad, tal como le dijeron sus padres; pero en cambio, solo recibió traumas.

Aun no entendía muy bien lo que estaba pasando ahí dentro, pero la imagen estaba muy viva en su memoria. No le habia dicho a nadie, porque no sabia que decir. No sabia si aquellos chicos lo habían visto o no, pero rezaba para que no fuera así.

Quería respuestas, por curiosidad, pero no sabia qué preguntar. Todo era muy confuso en su mente.

—¿Estas nervioso por mañana, hijo?

Mañana. Mañana era su primera comunión y volvería a pisar la iglesia.

—Eh... Supongo—la verdad era que ni siquiera habia pensado en ello, solo se habia empeñado en recordar esos raros y cochinos sonidos e imágenes

—Daehyun, has estado muy callado últimamente... ¿Sucede algo? ¿Tienes algún problema?—su madre lo estaba mirando con curiosidad y preocupación

Ya no aguantaba, necesitaba decírselo a alguien. No era tan malo ¿Cierto?

—Madre... Padre...—¿Por donde empezar? Esa era la duda— dos hombres... ¿Pueden besarse?

Las expresiones de ambos lo hicieron confundirse.

—¿Por que preguntas esas cosas, Dae?—rio con nerviosismo la mujer

—pueden ¿Cierto?... Yo los vi... Y también hacían cosas de grandes...

—Daehyun, explícate—la voz de su padre era molesta

El menor tembló en su lugar, parece que no era algo tan... Común.

—juro que yo no quería ver eso, pero fue sin querer... Yo... Solo me asome por la cabina y vi a dos chicos, muy juntos— habló asustado

Ninguno de los mayores hablo por un buen rato. Ambos se miraban sin poder creerlo.

Sacaron conclusiones rápidamente.

—Perdón...—murmuró Daehyun

—no es tu culpa Dae...—dijo su madre

—tampoco de ellos—volvió a murmurar, solo que esta vez recibió miradas llenas de odio

—mira hijo, no te culpo por haber visto semejante cosa, pero debes entender... Que aquellas acciones están mal—la voz de su madre ahora era tosca— muy mal, no debes hacer eso, es algo inhumano... Y lo solucionaremos mañana ¿Bien?

Daehyun asintió disconforme.

Entonces se sintió mal, porque tal vez no debió haber dicho nada.

OH MY GOD! | JakeHoon Donde viven las historias. Descúbrelo ahora