Corro. Esquivo una rama que impide mi paso, mi cabello blanco y largo se mueve en ondas, muevo los mechones que se pegan a mi mejilla, el bosque es denso y confuso pero yo lo conozco tan bien que no tengo ningun problema al pasar por este.
Salto una raiz alta y a la distancia distinguo unas barras.
Su proposito es alejar a personas indeseadas del pueblo, fueron hechas por mi hermano y yo hace algunos años, son tan anchas que permiten el acceso de cualquiera facilmente.
Paso de ellas y corro, los arboles comienzan a escacear, a la distancia hay un letrero

《 Welcome to Giunjinx 》

Oh si, casa. Paso del letrero y sigo mi camino, las cabañas no pueden faltar, hay personas paseando o preparandose para ir al trabajo

-¡Eh! ¿¡Quien anda ahí!?-

El señor Hinkins es un hombre ya mayor, en su tiempo fue un habilidoso general, y apesar de estar casi ciego, sigue empeñado a continuar protegiendo este pueblo.

-¡Soy yo, buenos dias!-

Gracias a su edad ya mayor tengo que gritar para que me escuche.
Las cabañas siguen en mi camino, uno que otro me saluda y yo no paro.
El sudor cae por mi frente y mi corazón late a toda velocidad, no le presto atención pues eh no llegado a mi destino.

INDRA'S BAKERY

Abro la puerta de vidrio y entro al establecimiento.
Siento las miradas de todos en el lugar. Las ignoro y me adentro en la multitud.
Saludo a algunos amigos eh conocidos, no temo al silencio que se formo alrededor del lugar, de hecho me agrada. Dulce, dulce silencio.

-Hola Indy, ¿como va el negocio?-

Indra me mira a traves de sus lentes cuadrados, lleva el cabello corto y rojo, MUY rojo, de forma algo antinatural.
Desde su posición atras de la barra el limpía un vaso y abre la boca para hablar

-Hola...todo bien... ¿Lo de siempre?-

Su voz suave y pausada sale, el no es ese tipo de persona que se abre y habla hacía su publico, no, el prefiere mantenerse en silencio.

-Si, por favor-

El asiente cabizbajo, concentrado en su tarea de limpiar un vazo, y yo, solo esperó... mi descanso ah sido interrumpido

-¡¡¡HOOOOLAAAAA SERIIIiIIIIIiiI!!!-

-Hola Arrow-

El chico pelinegro se abalanza hacia mi asiento, me abraza fuerte, y yo, comienzo a asficiarme.

-Oye, hombre me aplastas-

Digo como puedo.

-Ay! Lo lamento-

Siento un poco de pena, me ve con esos ojos verdes culpables, me sorprende que sea parte de la guardia real.

-Esta bien, ¿Como te ah hido? ¿Como te trata Irma? ¿Que opinas de tu nuevo hogar? ¿Cuando es la boda? ¿Estas emocionado?-

Lanzó un montón de preguntas esperando que se centre en una, en lo que procesa la información tomo un mechon de mi cabello, y luego otro, y otro, comienzó a trenzar a la vez que escucho atentamente a mi colega

-¡Es un lugar maravilloso! Y esta cerca de aquí, ¿Puedes creerlo? ¡Estaremos tan cerca!-

El habla entuciasmado con una amplia sonrisa, yo solo asiento y me lamento por las largas horas de trabajo que me esperan al llegar a casa.

-Se me hizo maravilloso conversar contigo Arrow, pero desafortunadamente tengo deberes que atender en mi casa; ya sabes, mi hermano, la limpieza, el orden, la comida-

Bienvenido a casaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora