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Noviembre 16, 1976.
12:31 a.m.
La habitación estaba completamente a oscuras. Apenas entraba un ápice de luz de la luna que se colaba por las ventanas de la torre de Gryffindor, iluminando apenas a dos residentes de esta.
—Psst.
No hubo respuesta inmediata.
—Psst. Marlene. ¿Estás despierta?
La chica que habló se acarició suavemente las puntas del cabello pelirrojo, a la espera.
—Eh... más o menos. ¿Qué considerarías «despierta»?
—Si me logras responder es más que suficiente.
—Ah, entonces sí. ¿Qué pasa?
—¿Te puedo hacer una pregunta? ¿Aunque suene muy extraña?
—Por supuesto.
—¿Has notado que él es... diferente, este año?
—¿Diferente? ¿Quién? Necesito que me des más detalles.
—Sabes de quién hablo.
—Lily, amor mío, ni siquiera estoy segura de cómo me llamo. ¿Te refieres a Bambi?
—¿Por qué le pusimos ese apodo?
—Por la vez que lo viste después del entrenamiento en plena tormenta y dijiste que caminaba como Bambi. También dijiste que Peter parecía Tambor. Y que Sirius parecía un perro mojado.
Había sido dos años antes. Tenía tanto tiempo de no pensar en ello. Casi había olvidado completamente que había dicho eso.
—Cierto. Lo olvidaba. ¿Estás segura de que sigues medio dormida?
—Creo que ahora mismo tengo acceso a partes de mi subconsciente a las que no llego cuando estoy completamente despierta.
—Sí, tiene sentido.
—Entonces, ¿decías...?
—Ah, sí. Cierto. No lo sé... he notado que él ha estado actuando muy diferente.
—¿Te refieres a eso de que este año no te ha invitado a salir?
—En parte. Supongo. No lo sé. Pero... también lo vi, con los alumnos de primer año. Acompañó a Remus a guiarlos por el castillo y habló más que él, consejos y todo eso. Luego calmó a uno de ellos en la sala común cuando sacó una nota baja en su primera tarea de Transformaciones y le ayudó a corregirlo para pedirle a McGonagall una segunda oportunidad.
—Minnie debe estar orgullosa.
—Se asegura de que Remus no se salte ninguna comida, ayuda a Peter a manejar mejor sus nervios y cuida de Sirius con mayor fiereza. Espantó a Rosier con una sola mirada. Creo que nunca había visto este lado de él.
