— No hagas ruido, ellos te escucharán.
— ¡Aguafiestas! Sabes bien que Connor no siente nada, una vez dormido lo perdimos para siempre.
— Es imposible que estemos haciendo esto, está prohibido.
— El lugar es nuestro se supone que nada está prohibido para nosotros.
Las pisadas eran delicadas, ambas chicas caminaban lentamente para no despertar a sus compañeros.
— Lo que hacemos está mal, sabes que no podemos estar aquí.
— No te preocupes, nadie nos descubrirá.
Avanzaron por el interminable pasillo, en esta ocasión se encontraban en una prueba en una de las islas prohibidas, lo único que tenían que hacer era pasar ahí la noche sin tocar nada.
— Harás que nos castiguen, ellos son demasiado estrictos.
— Nada de eso, ellos no van a enterarse, de todas formas están en el complejo, no aquí.
La puerta al final del pasillo estaba con llave, no debieron haber estado ahí, tampoco forzar la cerradura, esto les iba a traer problemas a ambas, pero no les importó.
— Entra con cuidado, de seguro tienen algún tipo de alarma.
La habitación estaba oscura, llena de interminables estantes cubiertos de polvo, nadie había estado ahí durante algunos miles de años, lo tenían prohibido, esto solo era una prueba más.
— Cassy, no debemos estar aquí, volvamos.
— Malena, sé valiente por una vez en tu vida, sabes que tendremos que enfrentarnos a cosas peores que está.
Caminaron lentamente entre cada estantería, tocaron todo lo que estuvo a su alcance, esto no estaba bien, no debían haberlo hecho. Conforme avanzaban se dieron cuenta de que perdieron de vista la puerta de entrada, no había ni un solo rastro de la luz que les guío al interior.
— Cassy, salgamos de aquí... — Malena se detuvo al ver desde un extremo un punto enceguecedor de luz.
— Mira Malena, no es hermoso...
— Cassy, debemos irnos, es peligroso.
— No seas amargada, vamos a ver qué es.
Nunca debieron tocar esa luz, las estanterías comenzaron a moverse descontroladamente, las cajas se rompieron y de cada una de ellas salió un poquito blanco brillante, esto era un error, ellas no debieron estar aquí.
— Malena, Malena — gritaba Cassy, pero su amiga no contestó, estaba inconsciente en el suelo cubierta de aquel líquido blanquecino — Maldición.
Al poco tiempo la masa blanca en el suelo empezó a tomar forma, esto no era normal, Cassy observó atentamente lo que pasaba, el material que antes había sido agua poco a poco se fue convirtiendo el fuego.
— Son los guardianes los que destruirán al mundo.
— Debemos detener a esta nueva guardiana, es un peligro para todos.
Gritos se escucharon de entre las llamas, se podía ver claramente a cuatro personas ahí, enfrentándose a algo, algo inmenso que pisaba al planeta como si de una hormiga se tratase.
— Detén a tu hermana, es un error lo que está pasando, todos van a morir.
— No puedo hacerlo, eso nos destruiría a nosotros.
— Es preferible morir como héroes que como cobardes.
Las voces eran cada vez más fuertes, los gritos rompían los tímpanos de Cassy, casi no lograba entender esa extraña conversación. El fuego era cada vez más intenso, el calor que sentía la chica le hacía temer por su vida.
— ¡Tú tienes el don! Maldita sea ¡Detenla!
— No puedo, no lo haré.
Eso fue lo último que Cassy escucho antes de caer inconsciente al suelo junto a Malena. El fuego no se detuvo, siguió cubriendo todo el lugar con sus llamas, al sentir tanto calor Malena, quién había estado inconsciente por tanto tiempo despertó viéndose en una terrible humareda.
— ¡Cassy! ¡Cassy! — gritó desesperada, pero no obtuvo respuesta.
Estaba tan desesperada por salir y sacar a su amiga de este lío en el que se habían metido que no se dio cuenta del ser que se arrastraba acercándose a ellas entre las llamas.
— El delicado equilibrio en el mundo se romperá el sexto día del sexto mes... — la voz susurraba tan bajo que era casi imperceptible.
— Los guardianes tendrán que enfrentarse a lo que más aman, el destino debe sellarse, deben cumplir con su cometido...
— ¿Quién está ahí? — Malena por fin había escuchado la voz que suavemente hablaba entre las llamas.
El humo no la dejaba ver nada, pero era lo de menos, la voz sonaba como si estuviera dentro de su cabeza.
— ¡Detente! No entiendo.
— La pelea será pronto, las cosas van a cambiar para todos.
— ¿Qué pelea? ¿A qué te refieres?
— Descubre la verdad, todo el equilibrio de los guardianes se perderá... Todo terminará.
Malena no entendía, pero estaba asustada, no había notado que aquel ser que se arrastraba se encontraba de pie frente a ella perdiéndose entre las llamas.
Los gritos ensordecedores volvieron a su cabeza, Cassy seguía inconsciente en el suelo, las llamas no se detenían y el humo aumentaba.
— Cassy, despierta...— y todo para Malena se volvió negro.
...
Los demás guardianes estaban dormidos cuando escucharon la alarma sonar. El líder de equipo se despertó sobresaltado, fue por cada habitación buscando a sus compañeros, pero no encontró a todos.
— ¡Dónde esta Malena y Cassy! — gritó exasperado a su compañero.
— No las he visto, desde la noche.
— Están en el sótano, la habitación prohibida — uno de los viejos guardianes había aparecido frente a ellos.
— Collin, buenas noches...
— Están atrapadas ahí — agregó Lorelai, otra guardiana principal.
— Tenemos que buscarlas...
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GUARDIANS OF ELEMENTS
FantasyEsta es una historia que había sido contada antes, cuatro niños nacían siendo elegidos para ser los Guardianes de los cuatro elementos que prevalecían en la tierra. Cada 600 años nacía un grupo de niños especiales en diferentes partes del mundo y er...