1

25 3 0
                                    

Año 1999

Tras la crisis financiera del 9 de septiembre de 1999 en Ecuador todo se veía gris, el Feriado Bancario que duraría aproximadamente 24 horas se extendió a 5 días, con el fin de salvar la economía del país hubo un cambio masivo en la moneda nacional, el sucre, que fue reemplazado por el dólar estadounidense que brindaba más confianza a la población, o eso fue lo que se pensó.

Este cambio drástico trajo serias consecuencias entre ellas la inflación, devaluación, recesión, quiebra de empresas, desempleo, mayor pobreza e indigencia, muertes, suicidios y la mayor ola migratoria de la historia del país, todo fue un caos pero poco a poco la gente fue aceptando su nueva realidad.

En junio 6 de ese mismo año una mujer se encontraba registrada en el hospital lista para dar a luz a un hermoso bebé, había pasado demasiado estrés al tener que enfrentar la pérdida de su negocio y el despido de su marido a causa de la crisis que su parto se había adelantado o eso dijeron los doctores.

En ese mismo momento en otra parte del mundo una madre mexicana se encontraba en trabajo de parto, a su hijo le había tomado casi diez horas estar listo para nacer y los dolores no habían cesado desde entonces.

Moviéndonos aún más lejos de Latinoamérica nos encontramos en China, donde una mujer se encontraba recostada envuelta en mantas, su hijo había sido lavado y estaba junto a ella en el suelo, no había nadie más en la habitación. El clima era caluroso sin embargo la mujer no podía siquiera moverse por lo abrigada que estaba.

Una última mujer dió a luz en París ese día, había estado embarazada de mellizos pero uno de ellos desapareció poco después de escucharlo llorar. Nadie supo darle explicación a ese padre desesperado que intentaba encontrar una razón lógica a la pérdida de su hija. Le dijo a su esposa que la niña había nacido muerta y ambos lloraron su pérdida.

El 6 de junio de 1999 nacieron cinco niños que cambiarían el curso del mundo.

Año 2019

Ecuador

Camilo había entrado a la universidad hace seis meses, estaba en su primer año de Filosofía, una carrera que por tanto tiempo había soñado y que le había costado conseguir. Su vida había sido buena, prefería estar en lugares abiertos y solucionaba la mayor parte de sus problemas hablando, casi no recurría a la violencia y eso era algo admirable en estos días, podría decirse que era una persona que iba acorde con la sociedad.

Era el único hijo de una pequeña familia ecuatoriana, tenían una pequeña casa en lo más alejado de uno de los valles que rodean a Quito. Sus padres habían invertido todo su dinero para comprar aquella pequeña casa y allí vivían todos juntos y felices.

— Necesitas entender que no podemos solucionarlo así, no puedes recurrir a los golpes cuando alguien te hace algo malo — aconsejo Camilo a su único y mejor amigo Andrés.
— Las cosas se me han salido de las manos, esos manes quieren que les devuelva el dinero que ya gasté en libros.
— Si me hubieras hecho caso las cosas serían diferentes, te advertí que pedir dinero prestado no era buena idea.
— Lo dices tú qué tienes padres con dinero que pueden pagar tus libros — reprochó Andrés — Dime, quien podría apiadarse de un pobre huérfano que no tiene siquiera un lugar para vivir.

Y era cierto, Andrés había perdido a sus padres cuando era joven y ahora vivía en casa de Camilo, se conocieron cuando ambos iban al colegio y fueron amigos desde entonces.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 28 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

GUARDIANS OF ELEMENTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora