Capítulo 1 - La sociedad

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LA SOCIEDAD

Tener que lidiar con la sociedad es una de las cosas más cansadas que puedes hacer en tu vida, porque por más que hagas a la perfección las cosas, nunca será suficiente para ellos, nunca podrás ponerlos contentos.

He aquí una sociedad de mierda, llena de prejuicios, de plástico, de egoísmo, de críticas, de apariencias y mentiras.
Vivimos como en un estado de insatisfacción permanente donde estamos cansados de intentar cumplir con las expectativas que la gente pone en nosotros.

Y ni hablar de los estereotipos que consumen cada parte de nuestro ser día a día.

Y ahora te digo, SOCIEDAD.

¿Por qué una mujer puede ponerse falda y todos la halagan pero si un hombre lo hace ya lo convierte en un maricón?

¿Por qué si me maquillo mucho intento parecer otra persona pero si no lo hago soy una desarreglada?

¿Por qué usar ropa ancha me convierte en una vaga?

¿Por qué llorar me hace débil?

¿Por qué expresar lo que siento me hace una exagerada?

¿Por qué solo me pueden atraer los hombres, y si me atrae una chica por qué tendrían que meterse diciendo que seré infeliz?

¿Por qué tengo que estudiar una carrera que en verdad me “deje dinero” y no una en la que realmente me guste y me haga feliz?

¿Por qué dar mi opinión es una falta de respeto?

¿Por qué usar ropa de hombre me convierte automáticamente en una marimacha?

¿Por qué tener muchos amigos hombres me hace una zorra?

¿Por qué si uso escote y falda corta soy una prostituta, pero si me tapo mucho soy una monja?

¿Por qué me juzgas por todo?

¿Por qué?

Y cuando la gente aprenda a respetar, a no juzgar y a enfocarse en su propia vida sin importarle lo que está haciendo el otro, ahí es cuando avanzaremos como sociedad.
Porque está bien permitirnos llorar, dudar, fracasar y opinar de vez en cuando sin tener temor a ser juzgados.

Que se pudra la sociedad y sus estereotipos basura, porque me exigen tanta mierda que solo YO tendré que aguantar y a final de cuentas siempre tengo que decidir YO.

Así que querida sociedad, porfa, DÉJAME EN PAZ.










LA MIERDA DE SER ADOLESCENTE ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora