UNO

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Nosotros hemos sido amigos desde hace muchos años, te he visto cambiar tanto física como mentalmente. Te he visto enamorarte y desilusionarte a partes iguales, te he acompañado a fiestas y me he quedado contigo haciendo nada. No sé en qué momento mis sentimientos por ti cambiaron, siempre te he considerado mi mejor amigo, pero ahora cada que te veo mi corazón se acelera, mis manos sudan y un estúpido tartamudeo se hace presente cuando me hablas o te acercas demasiado por sorpresa.

No puedo dejar de admirarte, eres tan perfecto en todo lo que haces y te propones, no hay nada que no puedas hacer y yo por el contrario soy tan imperfecto, tan común que me pierdo en el mundo, como una mota de polvo, como puedo siquiera pensar que tú me veas como algo más que un amigo. Amo verte sonreír y adoro ver cómo arrugas la nariz al hacerlo y las finas líneas que se marcan en tus ojos, el pequeño lunar debajo de tus labios me encanta y quisiera poder besarlo, pero me contento porque sé que tú jamás querrías besarme a mi.

Y aquí estoy de nuevo, plasmando mis más profundos pensamientos en este cuaderno que tú nunca llegarás a leer y es que solo aquí me puedo permitir fantasear que algún día dejaré de ser solo tu amigo para convertirme en tu amor. Cierro el cuaderno y levantó la mirada, solo para verte entrar en la cafetería acompañado por él, mi corazón duele al ver sus manos entrelazadas, pero aún así esbozó una sonrisa y levantó mi mano para saludarlos.

—Hola Mimi, ¿nos esperaste mucho?

—No Tae, casi voy llegando también —le respondí a tu novio y amigo mío mientras se sienta frente a mí.

—Otra vez estabas escribiendo, ¿cuándo me vas a dejar ver lo que escribes ahí? —preguntas curioso, señalando mi cuaderno.

—Algún día Kookie — miento.

Te sientas a mi lado y mi corazón se acelera, mis ojos brillan por un segundo, pero tú no te das cuenta, tú solo tienes ojos para él, como si te tuviera hipnotizando. Tae es mi amigo y lo quiero, pero hay momentos en que desearía que no existiera aunque me arrepiento al instante, y es que como podrías fijarte en mí si no soy ni la mitad de lo lindo que es él.

—Jimin tengo un amigo en mi clase de música que quiere conocerte, ¿te gustaría que los presentará?

—Gracias Tae, pero no estoy interesado.

—Vamos Mimi acepta, podríamos salir los cuatro.

Tus ojos fijos en él se entornan con fastidio, tu lengua empuja tu mejilla, estás molesto, lo sé porque conozco cada uno de tus gestos, pero lo que no sé es por qué.

—Si Jimin no quiere, no lo obligues amor.

Esas palabras me duelen porque mientras yo solo soy tú amigo él es tu amor, como desearía ser él.

—No lo obligo, es que Jimin es tan lindo y se que haría una linda pareja con Yoongi, anda di que si Mimi —Tse toma mi mano mientras me súplica por aceptar y yo suspiro resignado.

—Esta bien Tae, acepto pero solo si ustedes vienen con nosotros, no lo conozco y me va a dar mucha pena no saber ni qué decir.

Tae aplaude emocionado mientras dice que sí, y tú solo me miras sorprendido. ¿Acaso esperabas que dijera que no? ¿Te molesta que vaya a tener una cita con alguien? No, por supuesto que no, eso es imposible.

El tiempo corre y ya es hora de volver a clases, nos levantamos ustedes caminan delante tomados de la mano, mientras yo voy detrás observando, fantaseando que soy yo al que llevas de la mano, deseando ser yo al que besas como despedida cuando llegamos a su salon, pero porque querrías besarme a mi cuando lo tienes a él. Me despido de Tae y caminamos hasta nuestro salón, llegamos y como siempre nos sentamos juntos y siento la electricidad correr por mi cuerpo cuando nuestros brazos se rozan con cada movimiento de ambos, si tan solo supieras lo acelerado que mi corazón se encuentran cada que te tengo así de cerca, pero tan lejos al mismo tiempo.

—Jimin —dices interrumpiendo mis pensamientos.

—¿Qué pasa Kook?

—¿En serio vas a salir con el amigo de Tae?

Tu mirada fija en mí parece gritarme que te diga que no, pero eso es absurdo, porque querrías eso cuando yo soy tu amigo… tu mejor amigo.

—Sí, creo que será bueno conocer a alguien y dejar de ser la tercera rueda entre Tae y tú —te respondo tratando de disimular lo mucho que me duele verte siempre con él.

—Tú no eres la tercera rueda entre nosotros, sabes lo mucho que Tae y yo te queremos y lo bien que la pasamos juntos.

Si tan solo supieras que yo no la paso bien cuando tengo que verte decirle cuánto lo quieres, si tan solo supieras como mi cielo azul se tiene de gris cada que los veo besarse, y es que me duele tanto saber que esos besos y esas caricias jamás serán para mí.

—Pero igual creo que será bueno conocer a alguien ¿no crees?

Tú solo asientes, mientras me dedicas una mirada que nunca antes había visto, y es que yo conozco cada sino de tus gestos y tus manías y nunca antes me habías visto así, ¿qué significa esa mirada Jungkook?

Las clases terminan y con ello una nueva tortura comienza, porque como si no fuera suficiente con verlos a la hora del almuerzo en la cafetería, tengo que continuar viéndolos en el camino a casa, porque soy masoquista y me encanta torturarme, porque no se decirte que no cuando me podés que te acompañea dejar a Tae a su casa.

¿Por qué el amor tiene que doler así? ¿Por qué simplemente no podemos enamorarnos de la persona indicada desde el inicio? ¿Por qué existe el amor no correspondido? ¿Por qué tengo que amarte? ¿Por qué no puedes amarme?

리머런스 ★Limerencia★Donde viven las historias. Descúbrelo ahora