Dia de los muertos con los Yukimuras/ One Shots

Capítulo 1

Katrina Yukimura

Habían pasado 4 meses desde la perdida de las dos personas más importantes en mi vida y cada día que pasaba me sentía más culpable, porque dieron sus almas para salvarme. Damián la única persona que de verdad me quiso a pesar de toda mi mierda y estuvo en mis peores momentos murió en mis manos salvándonos a mi melliza y a mí. Pero lo que más me dolía era ver a Kael mi hermano, mi soporte, la persona que más me quiso de mi familia cuando todos me dieron la espalda; encerrado en un ataúd dormido después de sacrificarse como recipiente para el notgisune para protegerme haciéndome pensar cada día que era mejor yo haber muerto antes que ellos dos se sacrificaran y este día me pegaba más sus pérdidas por celebrarse nuestro Obon.

Se preguntarán que es el Obon, pues es nuestra festividad japonesa que celebra a nuestras almas perdidas, es decir el día de los muertos mexicana pero celebrada en Japón. Kira mi melliza y Kalika mi medio hermana preparaban todo para la festividad y yo simplemente me encerré en mi habitación a llorar, este día no me gustaba me hacía recordad que Damián estaba muerto y Kael dormido en un ataúd esperando que lo despertáramos. Pero yo no sabía cómo traerlo, había leído todos los libros de brujería, había contactado a todos los seres sobrenaturales y a los Kitsune más viejos de la familia, pero nadie sabía cómo derrotar al Notgisune que estaba encerrado en el cuerpo de mi hermano, lo cual me frustraba cada día más. Veía a través de mi ventana con tristeza a mis hermanas junto con sus parejas como entraba y salían de la casa con las decoraciones al mismo tiempo que arreglaban el altar para honrar a nuestros difuntos llenándome más de frustración y dolor.

A pesar que mis ánimos estaban por los suelos lo único que me alegraba del día de hoy era que volvería a ver, aunque fuera solo por esta noche a Damián cuando volviera su espíritu para esta celebración, porque pensar en la perdida de nuestros seres querido no era algo que me hiciera muy feliz que digamos. Estaba en mi reflexión cuando escucho tocar la puerta y veo a Jayden parado en el umbral observándome.

__ Es raro que no estés allá abajo ayudando a tus hermanas a preparar la celebración – me dice Jayden observándome; hoy él se veía espectacular vestido con un mono deportivo y una franelilla blanca que hacía que se le viera sus brazos todo tensos; a mirarlo toco instintivamente mi cuello recordando que gracias a Jayden yo fui convertida en hibrida entre hombre lobo y Kitsune, lo cual fue el movimiento divino para hacer salir de mi al espíritu del notgisune y encerrarlo en mi hermano.

__ No soy muy amante de celebrar el Obon, porque es un recordatorio de nuestras perdidas y no quiero pensar en que tanto Damián como Kael no están aquí – le digo con un tono de tristeza en mi voz sabiendo que si no fuera por la presencia de Jayden en mi vida ya en estos momentos yo hubiera perdido en control, me contaba aceptar que él se había convertido en mi ancla.

__ Katrina desde que llegamos a Japón no ha querido salir de tu habitación, yo te he dicho que no es tu culpa lo que paso y que ellos sabían que lo hacían para salvarte a ti – me dice acercándose lentamente a mi mientras yo observaba con mis ojos de Kitsune el hilo rojo pero invisible que nos unía más allá del cualquier sentimientos que yo intentara ocultar; quien diría que ese hombre lobo que una vez lastime y menosprecie por no querer aceptar que era mi alma gemela estuviera aquí en estos momento consolándome a pesar de que estaba consiente que no merecía su amor ni su compasión.

__ Pues venir a Japón trayendo a mi hermano Kael dormido en un ataúd no es algo que me haga querer salir a verlo solo para sentirme más culpable Jayden – digo fríamente, odiaba tratarlo mal, porque yo lo estaba empezando a amar, pero estaba cansada de lastimar a lo que se empeñaban en ver luz en un ser oscuro como yo.

__ Entonces lo siento por querer animarte, por querer estar aquí contigo, aunque tú no quieres, pero especialmente lo siento por quererte cuando tú te empeña en alejarme – me dice frustrado pasando una mano por su cabello mientras sus ojos me decían que le dolía estas peleas.

__Jayden lo siento en serio, no estoy de humor y sabes que no me gusta pagar lo que está mal en mi contigo, porque cada día soy consciente que tu no deberías perder tu tiempo con alguien como yo, alguien dañado, alguien que sufre las pérdidas de los que más amas siempre, pero soy muy egoísta para dejarte ir – digo acercándome a él para abrazarlo, estar en sus brazos me daba paz y hacia que todos mis demonios se callaran.

__ Vamos a reunirnos con tus hermanas y así me explicas un poco de que va toda esta celebración si corazón – me dice tomando mi mano y sacándome de mi habitación para reunirme en la sala con Kira y Kalika.

__No sé cómo tienes tanta paciencia para quererme y aguantar mis cambios de humor – le digo caminando con él hasta el altar que habían hecho mis hermanas.

__Porque te amo cielo y no me importa que tal mal estén las cosas siempre voy a querer cada una de tus facetas – me dice derritiéndome, para muchos nuestra relación era como el yin y el yang; él era la luz que complementaba mi oscuridad y a pesar que tuvo a punto de perderlo todo por mi culpa me lo ha perdonado todo.

Llegamos al altar donde había fotos de Damián y de mis abuelos, los platos de comida preferidos de ellos, una berenjena con palitos que en nuestras creencias representaba una vaca y un pepino con palito como patas que representaba un caballo donde vendrían montados nuestros antepasados cuando vinieran a visitarnos desde el mundo de los muertos; también había muchas antorchas por todos los caminos para serle de guía a nuestros hogares a nuestros difuntos. Nuestras creencias eran muy hermosas inclusos las mas nostálgicas tenían su forma de ser especial y mágica. Colaboro con mis hermanas a terminar de decorar con flores el altar y pongo el collar que me regalo Damián como ofrenda junto a la foto de el con lágrimas en mis ojos, sabiendo que esto sería como una autentica despedida. Sonrió preparando mi farol de papel que lanzaríamos en el agua cuando se acabara el Obon como señal de iluminación del camino de nuestros ancestros al mundo de los muertos, hoy sería un día para recordar de eso no tenía duda.

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EditorialSalem