Nunca más.

Capitulo 1; reencuentro.

 

                Bianca.

Ya mero acaba mi turno, si puedo.

Eso llevaba repitiéndome desde hace 15 minutos, pero estoy consciente que falta todavía una hora. Después podré descansar otra hora y tendré que irme al siguiente trabajo.

Sentí la mirada de mi compañero de trabajo, Simón.

–Si sabes que te estoy viendo, ¿No?–  le saque la lengua– Estás muy ida hoy.

En verdad no quería responder, no quería responder. Pero...

–Mi madre no está de lo mejor estos días.

Me miro con lastima y me sentí un poco mal.

–Lo sé, y lamento mucho eso, ya te había dicho si querías mi apoyo– lo mire mal pero continúo – sólo recuerda que hoy va a venir a supervisar el jefe en cualquier momento, estás aprueba, recuerda mucho eso.

–No es mi culpa que los clientes sean medio agresivos– se rió un poco.

–Yo creo que la agresiva es otra.

Le tire un poco de salsa que encontré, grito un “hey” pero se rió.

Estaba por decirme algo más pero ví “esa mirada”, esa que cuando pasaba un chico guapísimo, mire enseguida por todos lados.

–Vaya aparte de agresiva poco disimulada– iba a contestarle algo para contradecirlo.

Sin embargo note una presencia familiar, había entrado un muchacho, parecía tener unos veintitantos, a flor de su juventud, empecé a tratar de ver su cara, no pude por qué justo al momento se pararon más personas.

–Me considero heterosexual a pesar de esto.... ¿Lo viste? Es todo un papucho—me rei fuerte– debes ir a verlo, pídele su orden, y si se puede su número, acá andas muy sola.

_Ey… te tengo a ti, y a mi  madre, eso ya es algo – se acercó para darme un manotazo y me hizo con los labios la palabra “ vete”.

Camine con algo de nervios hacia el, tenía miedo por dos motivos, uno: sabía que me iba a poner nerviosa por su presencia e iba a hablar por hablar y dos: por qué soy pésima para las buenas impresiones , en cualquier momento mi jefe iba a venir y no la quería arruinar, bueno mas de lo que ya estoy.

Ya estaba suficientemente cerca, ya casi podía ver su cara, siento que hiperventilo, pero por primera vez en años, no me a cobardaré.

–Emmmm, este de…. Buenas tardes, si, buenas tardes, ¿me permite su orden?

Lo había dicho tan nerviosa, que ni siquiera pude decir bien mis palabras.

Entonces  ví su cara, la vi un poco más, y lo reconocí….Era Darek.

Sus ojos lucían un poco más cansados, pero eran claros, un verde hipnotizante, sus labios seguían gruesos y aun con más de 5 años después me daban ganas de besarlos. Su nariz fina, su cabello azabache, lucía muy suave, sus cejas pobladas…. Que envidia, el podía ser solo modelo y seguiría yéndole bien.

Entonces salí de mi trance, al parecer el también.

– Espera… ¿Darek?.. Dios, ¿Eres Tú? Tiempo sin verte, ¿Cómo te ha ido? Llevaba tiempo sin saber de ti, te extrañé.

Sonreí, cuántas veces había soñado con este momento, se sentía casi como en un sueño. Me devolvió la sonrisa, sin embargo se veía muy fingida

–Oh, Bianca– lo dijo casi como si fuera un insulto, me dolió– me fue bien, claramente sin ti– sonrió más pero no entendí por qué– parece que la vida no te está ayudando mucho, eh.