Traitor ; O.S «KookMin» • 국민

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Las horas pasaba y Jungkook aún no llegaba, Jimin estaba exhausto, su esfuerzo para preparar una cena para Jungkook y tratar de arreglar sus errores habían sido en vano, mientras tanto Jungkook andaba en un motel, con el lindo prostituto que se propuso seducirlo, Kim Taehyung.

Jungkook con rudeza quitó la camisa de Taehyung, rompiendo varios botones en el acto. Al tener frente a sus ojos el cuerpo semidesnudo del moreno una erección comenzó a sobresalir en sus pantalones. El castaño clavó su boca en la clavícula del apuesto pelinegro. Dejando varias marcas y mordidas en su cuello y pecho, lamiendo y dejando besos en el abdomen del más cotizado termino de rodillas, frente la enorme polla del menor. Desabrochó su pantalón, bajandonlo hasta las rodillas para luego hacer lo mismo con el boxer, liberando la dolorosa erección de Jungkook.

-Joder. Es tan... Grande. -Hablo Taehyung, antes de introducir la glande del más alto en su boca, lamiendo y succionandonlo, como el buen puto que es. Jungkook solo se limitaba a jadear y acariciar los cabellos del chico arrodillado, empujando su cabeza fuertemente hacia adelante, logrando que el pene se introdujera completamente en la boca y garganta del prostituto. Las arcadas luchaban por salir de la garganta de Taehyung, pero las aguanto hasta que Jungkook liberó su agarre para luego levantar al moreno y aventarlo sin cuidado alguno sobre la cama, quedando con la cara en las sábanas y el trasero expuesto.

Sin preparación alguna Jungkook introdujo su largo y grueso pene completamente en el agujero del mayor. Logrando que se escapara un doloroso grito por la boca del chico.

...

Jimin llamaba desesperado a Jungkook, eran las 6:38 A.M. y su infiel novio no daba señales de vida. Jimin ya estaba demasiado cansado, las ojeras habían aparecido en su rostro e inconscientemente cayó dormido en el sofá. La calma persistía en cada rincón de la sala hasta que el sonido de la puerta abrindose despertó a Jimin. Jungkook había llegado, el desagradable aroma a alcohol, ligado a sexo y ese asqueroso olor a perfume inundó las fosas nasales de Jimin, quien se dedicó a observar molesto a su amante.

-Al fin llegas. -Dijo molesto el de baja estatura

-Perdón, estaba trabajando y tuve que revisar mucho papeleo. -Miente ésta vez el pelinegro, notando como los ojos de Jimin se hacían brillantes debido a las lágrimas que acumulaba y estaba reteniendo.

-Jungkook, no me mientas más, crees que no se que me eres infiel!! Y que todas esas excusas que das cada vez que llegas tarde son porque haz estado por ahí acostandote con otros?!!... ¿Acaso no soy suficiente para ti?¿No te satifezco lo suficiente y tienes que estar buscando placer en otros? -No podía retener más las lágrimas, golpeó su pecho, buscando algún consuelo, buscando las palabras que el nunca le dijo, los cariños que hacía mucho tiempo no le daba. El amor que perdieron debido a las infidelidades.

Jimin siempre fue fiel a Jungkook, lo espera cada noche en su día a día a qué el más alto llegará de "trabajar", ¿Notaba las infidelidades? Si, pero amaba demasiado a Jungkook, el fue su primer amor, su primer beso, su primera vez. Y realmente le dolía que la relación estuviera así de rota y rutinaria. Alguien a quien tanto amó pareció haberse reducido a cenizas.

Mientras Jungkook se emborrachaba y se restregaba como fruta de mercado en cada bar de la ciudad, Jimin lloraba sin descanso, lavando las camisas de Jungkook, con un olor desagradable a perfume barato y marcas de labial en ella. Ya estaba harto de eso. De aguantar las mentiras y excusas del pelinegro. Cuando Jimin pareció haber terminado de golpear los pectorales del más alto se alejó de él, se sentó dónde anteriormente estaba y comenzó a sollozar, sosteniendo su cabeza entre sus manos, hacia mucho tiempo que se encontraba reteniendo sus sentimientos, y ahora que había saltado todo se había liberado de un peso sobre sus hombres.