Preámbulo

649 81 7
                                    

Golpeo al hombre que está en el suelo, cada puño demuestra mi frustración y mi enojo.

-SUELTALO- una chica grita con la intención de que simplemente me detenga y es que no puedo hacerlo, el hombre bajo mi cuerpo ya casi muerto es físicamente muy parecido a mi maldito alfa.

-¡KYUNGSOO! – detienen mi puño, volteo y le muestro mis caninos en señal de amenaza - ¡A MI NO ME ESTES RETANDO!

-SUELTAME- me coloco de pie y veo al alfa de mi manada – No tienes ningún derecho de tocarme-

-TENGO TODO EL MALDITO DERECHO- varios hombres de la mañana están detrás de él.

-¡NO! No estoy marcado por ti, no estoy bajo tus órdenes, tú no puedes tocarme- me sostiene del rostro con fuerza clavando sus dedos en mi piel, sus ojos pasan a su forma lobuna y un gruñido sale desde el fondo de su pecho.

-Eres mi omega, y eres parte de mi puta manada, así que tendrás que ser sumiso a mí y a mis ordenes- me alejo de su contacto, sujeto el cuello de su camisa y lo acerco a mi cara.

-Te voy a decir algo y espero que no se olvide Kim, soy un Omega, pero soy un sumiso ni un dominado – lo suelto con fuerza alejándolo de mí, me alejo y empiezo a caminar en dirección a nuestra pequeña ciudadela-

-El que no debería olvidar eres tu Kyungsoo, yo soy tu líder -Me detengo al escuchar esa maldita voz de alfa- Y según nuestros lobos, tu alfa – mi lobo aúlla al sentir a su lobo hablar -  Y aún que no lo quieras, muy pronto serás mío y serás tú el que venga a buscarme, me rogaras porque te marque –

-Primero muerto que marcado por ti- corro en dirección al bosque, dejo que mi lobo tome la superficie y aulló en forma de desesperación, no quiero un dueño, no quiero ser sometido de nuevo.


Créditos de la imagen y de la idea inicial a la página  la secta del kaisoo

Créditos de la imagen y de la idea inicial a la página  la secta del kaisoo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


DominadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora