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Jeno siempre ha sido así, desde que tiene memoria ha tenido ese sentimiento de vacío. Algo le falta o tal vez alguien le falta pero no sabe que o quien es. Y como todas las mañanas se levanta, suspira porque es la décima? onceava? bueno ya perdió la cuenta pero esta noche tampoco durmió, toma una ducha fría y sale de casa directo a la universidad.

Al llegar se encuentra a Mark, su mejor amigo de la infancia quien está siendo atacado a besos por su novio Donghyuck. Sonríe al verlos, sin embargo entra al salón, sin saludarlos, no quiere sacarlos de su burbuja así que toma asiento sacando sus audífonos y reproduce su canción favorita. No pasan ni treinta segundos cuando alguien le arrebata el audífono, al voltear mira a Mark sonriéndole

-Buenos días para ti también nono

-Jeno sonríe al escucharlo- Buenos días mark, como ha estado tu mañana?

-Bien, ya sabes Hyuck ha estado más mimoso de lo normal por sus exámenes pero todo bien. Tú? Cómo vas? - lo examinó con la mirada intentando buscar algo fuera de lo común en su amigo

-Estoy bien Mark, no tienes que preocuparte tanto por mí. Ya no soy el niño pequeño que era antes

-Mark soltó una risa y le alborotó el cabello haciéndolo reír- Siempre serás aquel pequeño para mi nono, por mas fuerte y serio que te veas yo siempre tendré en la mente a aquel pequeño que le gustaba ver Cars todas los días

De repente todos aquellos recuerdos de su infancia atravesaron a Jeno como balas directamente al corazón, su sonrisa decayó y sintió aquel vacío en su pecho. Sin embargo no quería que Mark se preocupara y volviera a estar encima de él vigilándolo así que simplemente sonrió

-Bien bien, cómo tú digas. Ahora vete, tu novio te espera- lo empujó levemente a lo que mark comenzó a caminar a la salida, al llegar a la puerta volteó a verlo y con una sonrisa le dijo - Bien, pero en el almuerzo nos vemos en la cafetería

Jeno vio como su amigo salía del salón y automáticamente su cara sonriente se tornó en ese rostro serio y frío al que todos los demás estaban acostumbrados. Decidió evitar un problema más grave y se colocó de nuevo el audífono, repitiendo esa canción que siempre tiene en loop.

Se dejó guiar por la letra y el ritmo, sintiendo como su respiración se alteraba un poco. Cerró los ojos y trató de respirar profundamente, aplicando esos ejercicios que John su terapeuta le había recomendado para este tipo de casos. Sentía sus manos temblar y un nudo en su garganta que se hacía más y más pesado, cuando estaba apunto de levantarse para ir al baño se topó de frente a un chico que nunca había visto.

Aquel chico de cabellera rubia se quedó atónito ante los ojos vidriosos y rojizos de Jeno quien lo empujó suavemente y salió corriendo del salón tratando de ver a través de las lágrimas acomuladas en sus ojos.

ELASTIC HEARTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora