One Shots 🔥 Armetty

Por debajo de la mesa

Este one shot está inspirado en el título de una canción que adoro y comienza el día después de la reconciliación, el hecho de no saber a ciencia cierta que sucedió fuera de la empresa, nos da la posibilidad a nosotros de jugar con mil posibilidades...
Espero que lo disfruten.
Agradezco la imagen de portada a mi querida amiga SisyReis

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No eran aún las 8 y Armando ya llevaba un buen rato en la empresa, todas las emociones pasadas el día anterior y más aún haberse reconciliado con la mujer que amaba y la que creía, jamás iba a perdonarlo, lo tenían tan alterado que apenas si había podido dormir la noche anterior.
Se levantó antes de las seis y se dedicó un buen rato a arreglarse y ponerse guapo, ese día en la empresa había una importante junta, debían aclarar el asunto de las renuncias de el y de Betty, además de dar un informe con el impacto que había tenido la nueva colección y la implementación de la nueva estrategia de ventas ideada por Betty. Por eso se esmero tanto en su arreglo personal, quería que sus padres y los Valencia lo vieran mejor que nunca, y especialmente, se arregló para ella, para su Betty.

El día anterior pensó que todo había terminado para ellos, que ella nunca lo perdonaría, pero milagrosamente, Betty no solo lo perdono, si no que además lo fue a buscar a producción, impidió que el se fuera, le confesó su amor y le dijo que se darían una oportunidad de volver a intentarlo y eso lo tenía completamente acelerado. Bueno, no solo eso, también el torrido sueño que había tenido con su ahora novia la noche anterior. Y es que después de hablar con don Hermes, no pudo llevarse a Betty para estar a solas como tanto deseaba, si no que le tocó acompañarlos a la casa, cenar con ellos y conformarse con los apasionados besos que pudo darle a Betty antes de irse, pero el deseaba más, mucho más.
Sus pensamientos fueron interrumpidos por el sonido de la puerta abriéndose, viendo con alegría que por allí ingresaba el amor de su vida.

Al verla no pudo evitar sonreír y recorrerla con la mirada, Betty llevaba puesto ese traje de falda color lavanda que uso esa mañana que se encontraron en el juzgado y que a él tanto le gustaba. Sin dudarlo se acercó a ella que le sonreía entre feliz y tímida, la tomo por la cintura y la beso como deseaba hacerlo desde que se levantó esa mañana.

A: buenos días mi amor.

B: (colgada de su cuello) buenos días doc.... Mi amor oj oj oj.

A: la extrañe mucho, anoche no hice más que pensar en usted.

B: yo... Yo también pensé mucho en... En usted anoche.

A: ha si? (Alzó la ceja con expresión pícara) y se puede saber que pensó la doctora? Quien sabe y tal vez coincidimos.

Betty no le respondió, solo le sonrió tímida y sonrojada, evidenciando en sus ojos que efectivamente, habían tenido los mismos sucios pensamientos durante la noche.
Armando le sonrió seductor y se acercó a ella para besarla lento y profundo mientras la pegaba más a su cuerpo, haciéndole notar su deseo sobre su vientre.

A: (con la voz enronquecida) te deseo tanto mi amor, porque no nos vamos ha?

B: (bastante agitada) yo.... Yo también lo deseo pero, no... No podemos, tenemos el comité en una hora y mi papá anda rondando...

No acabo Betty de decir esa última frase, cuando un serio don Hermes hacia su entrada por la puerta entreabierta de presidencia. Al verlo pararse con las manos en la cintura y el seño fruncido, Armando y Betty, con pesar, se separaron, y el con bastante disimulo, cubrió con su saco la evidente erección que muy bien se marcaba en su pantalón de traje.

A: (carraspeando) buenos días don Hermes.

DH: buenos días doctor, (irónico) ya veo que usted también madrugó, y a usted señorita ya le he dicho de que no me gusta que esté dando espectáculos en la empresa.