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La reina caminaba en dirección a los aposentos del rey, todos quienes la encontraban por los pasillos se alejaban al notarla tan enojada que incluso parecía que golpearía a cualquier persona que se atravesará en su camino.Ser Criston quien custodiaba la puerta del rey cuando noto a la reina acercarse.

—Majestad, el rey..—sus palabras quedaron al aire cuando la mano de la reina estampó contra su mejilla.

El tenía la cabeza ligeramente de lado mientras en su mejilla comenzaba aparecer un dolor punzante y estaba seguro que comenzaba a ponerse roja debido al golpe, la reina bajo su brazo ignorando el dolor que comenzó a recorrer su palma.

—Debe tener cuidado con sus palabras Ser Criston—dijo la reina con un tono amenazante—Y no porque tenga el favor del rey deberia tentar su suerte, una insinuación acerca de mis hijos y la próxima cortaré su cabeza—agrego antes de pasar a los aposentos de su esposo encontrándolo trabajando en aquella vieja maqueta que seguía construyendo con ayuda de un sirviente.

—Exijo que ser Criston sea destituido de su cargo—dijo la reina acercándose hasta el rey quienes seguían tallando una figurilla.

—¿Es debido a los sucesos durante el entrenamiento?—cuestiono el rey sin prestarle una pizca de atención a su esposa.

—Ser Criston se ha atrevido a poner en cuestión la legitimidad de Aegon—murmuro Sahara mientras el rey la observaba—Ha insinuado tal acusación—

—Solo ha insinuado algo—contesto sin importancia el rey.

—Es increíble tus palabras—dijo Sahara alejándose con bastante enojo recorriendo su cuerpo—Tu caballero se le ha soportado demasiadas imprudencias como las llamas, pero esto ha ido lejos—exclamo—No solo le ha bastado con insultarme, de igual manera..—ella se quedó callada al darse cuenta que estaba apunto de decir en voz alta.

—Continuaremos más tarde Edgar—despide el rey a su ayudante.

Este se levanta para salir de los aposentos dejando a los reyes en privado.

—Nunca he replicado respecto a tu guardia, me he mantenido al margen de a quien nombras para tu seguridad—hablo Sahara acercándose a Viserys—Pero es suficiente, ha inundado la mente de nuestro hijo con su insinuación y ahora el pide respuestas—

—Solo deja que lo olvide—contesto el rey obteniendo la mirada incrédula de la mujer pelirroja—Es un niño solamente, lo olvidara pronto—

—No conoces en nada a nuestro hijo—acuso la reina mientras el rey soltaba un suspiro—A ninguno de hecho, pero deja informarte esposo que Aegon es un niño que no descansará hasta llegar al fondo de las palabras de Ser Criston y tú guardia lo sabe—

—¿A qué quieres llegar?—cuestiona el rey mirándola de nuevo.

—Necesito que por primera vez después de tantos años me apoyes en la educación de nuestros hijos—pide la reina mirando a Viserys—Necesito que seas el padre que debes ser y no solo el hombre que ayudo en su procreación, Aegon pide respuestas—

Viserys se mantuvo unos momentos en silencio que sin duda le bastaron a la reina en saber que él no haría nada ni para saciar las dudas de su hijo y mucho menos en un castigo a su guardia pero se mantuvo aún ahí con esperanza que aquel Viserys que conocía mucho antes de todas sus disputas y mentiras entre ellos, apareciera de nuevo.

—Tuve una yegua negra alguna vez, negra como un cuervo—relato el rey.

Sahara suspiro agobiada por la situación, ella bajo la cabeza al sentir como sus ojos comenzaron a picar al comprender que Viserys no hiciera el menor esfuerzo de calmarla, o decirle que sería él quién hablaría con Aegon y en lugar de eso solo se pusiera a relatar sobre una yegua que poseía cuando era joven.

DON'T BLAME ME | House Of The Dragon |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora