—¡Ok mi amor! —Suzette se acercó a su pequeño— ¿Recuerdas lo que te dije?
—S~Si... —Contesto temeroso.
—¿Que pasa con esa voz pequeño? —Sue ladeó la cabeza, mirando como su hijo bajaba la mirada— ¿Njord?
—No quiero ir al colegio mami~
Shawn rio levemente por ello, las clases ya tenían una semana que habían comenzando, pero su hijo no se veía muy animado por el inicio escolar, toda la semana su esposa intento animarlo y motivarlo a comenzar el ciclo junto a su prima, pero nada había servido hasta los momentos, ocasionando que Sue no pudiera con sus gestos y llevándoselo con ella nuevamente.
—¡Shawn ayuda! —Lo miro ella, apunto de ponerse a llorar también.
El hombre asintió, agachándose junto a ellos.
—¿Por qué no quieres? —Interrogó con amabilidad y una gran sonrisa a lo que su hijo lo miro con atención— Adentro está Ceresiy Bay, ¿No quieres ir con ellos?
El pequeño miro hacia el edificio, notando como varios niños felices ingresaban y corrían a los juegos, luego miro a sus padres, quienes lo miraban felices y seguros.
—¿Van a estar aquí afuera cuando salga? —Pregunto, pateando un poco de nieve a sus pies.
—¡Claro que sí turrón.! —Sue hablo, dándole más seguridad a su hijo— Papá y yo estaremos aquí, y también tus tíos, ¿Si?
El pequeño miro a su madre, quien le sonreía, asintió mientras se acercaba a abrazarla y luego a su papá, dándose vuelta para ir hasta la entrada.
Ambos lo miraron en todo momento, mientras iba con muchas dudas hasta la joven, que desde hace un rato lo miraba a su espera, al llegar con ella, se saludaron y lo invitó a pasar cosa con la que dudo, y miro a sus padres quienes le sonrieron, un poco más seguro pero no menos temeroso, entró, sus ojitos miraron a todos lados mientras buscaba algo o alguien, en cuanto sus ojos se posaron en un punto, corrio hacia allá, perdiéndose de la vista de sus padres.
—Wao... —Aiden se acercó junto a su esposa— Veo que está vez aceptó, felicidades...
Suzette lo miro y luego se abrazo a Shawn, no pensó que se iría tan rápido.
—Yo tampoco lo logro digerir... —Bunny habló, mirando la escuela de los niños— No parece que tenga 5 años, No se cuando creció tanto...
Ella tampoco logró sostenerse por más tiempo, girandose hacia su esposo a quien abrazo para llorar.
Los Frost sonrieron por ello, a ellos también les daba un poco de nostalgia y sentimiento, por lo que entendían perfectamente a sus esposas, por lo que no dijeron nada por esos minutos.
—Dios... —Se quejo otro más.
Los hermanos dirigieron su mirada hacia el recién llegado, quien miraba con bastante fastidió al par.