La pequeña princesa Kaia estaba felizmente corriendo atrás del príncipe Katsuki con su pequeño conejo en brazos, intentando seguirle el paso a su pequeño prometido,
–¡Niña,no me sigas!— grito el principe entre dientes, evitando que su padre el rey de NoxFerra escuchará, El principe no estaba muy feliz con la niña de la cual debería de emparejarse en unos años, a ser sincero, detestaba esa idea, por algo tan simple como que aún era un niño y no le gustaba el contacto con las "huecas de las niñas" y algo tan complejo como que creía que a la pequeña le faltaba carácter, era "simple" solo seguia ordenes y era sumisa ante el, cosa que odiaba —¡Si te caes,no es mi culpa!– volvió a gritar mientras subía al tronco que estaba como "puente" en el pequeño arroyo que estaba en el castillo, el vivía ahí así que claro, era imposible que el cayese, pero la pequeña Kaia asustada pero a la vez llena de coraje de querer cruzar a dónde estaba el principe subió su pie al tronco queriendo pasarlo,
grave,muy grave idea.
la pequeña resbaló su pie, afortunadamente no cayó al arroyo, pero quedó sentada en la orilla dándose un fuerte golpe,del dolor soltó a su pequeño conejito blanco el cual cayó al arroyo, Katsuki se dió cuenta de esto y abrió los ojos de par en par, estaba enojado, con la Niña y con el , y asustado por el conejo y con el regaño que seguramente le darían
—¡Pomposo!– grito la niña dando paso a un fuerte llanto
—carajo...— susurró el principe, se quitó su chaleco azul y salto al arroyo para poder tomar al pequeño conejito,
las reinas Mitsuki y Kalmiá llegaron corriendo al lugar, Kalmiá tomo a su pequeña en brazos queriendo calmar el llanto y Mitsuki comenzó a gritarle a su pequeño que estaba de pie en el arroyo tomando al conejo, con el pequeño de cabeza queriendo sacar el agua que tenía en sus orejas,
—¡Por el dios Dragón!,¡Sal de ahí Katsuki Bakugou!—
—No le grites más, ya está bien— justificó la reina mientras su pequeña calmaba su llanto y soltaba sollozos
Katsuki se acercó, enojado, la cara roja de la irá por a ver mojado sus botas favoritas, todo por la niñita tonta del reino Vardalora
—¡ten!— grito alzando su mano ofreciendole al conejo
—Dile gracias Kaia—
Kaia sonrió y tomo a su conejo con una sonrisa cálida hacia katsuki
—Gracias!—
—Ves, Serías un muy buen esposo Katsuki– dijo la reina Mitsuki mientras llegaba su esposo y el Rey Milles
—no...— susurró el pequeño
—¿Que Katsuki?— cuestionó Masaru
–¡Que no!,¡No seré esposo de una niña tan boba,sumisa y torpe!— señalo a la pequeña —¡Rechazó el matrimonio!— el pequeño soltó una mirada de odio hacia Kaia y salió corriendo en busca de su dragón para esconderse de sus padres
Kaia quedó estática y los sollozos comenzaron,
—dios mío,por favor Kalmiá no te lo tomes a mal,es solo un niño— imploro la reina Mitsuki
—Esta bien, aún tiene años por delante para cambiar ese pensamiento— dijo la Reina Kalmia con un tono muy tranquilo, como si supiera que le esperaba a esos dos
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esa misma noche los reyes de Vardalora se marcharon en camino a su reino, Katsuki había sido imposible de encontrar, y Kaia había estado llorando todo el rato después de lo que le dijo katsuki,pues el niño que tanto quería la había rechazado.
