Resulta confuso el cómo llegamos a este punto.
¿Cómo hemos dejado de querernos?
Ha sido mayormente doloroso, lo acepto.
He dormido y he llorado para no pensarte.
¿Qué nos pasó?
¿Cómo?
¿Cuándo?
¿Aún puedo volver y abrazarte?
¿Qué me hace falta para que me quieras?
Otra vez, al menos.
Sólo un poco, al menos.
Espero tu ansiada llegada con el miedo del resultado.
Y cuando al final llegas, sólo quiero salir corriendo.