Capítulo 1

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En algún lugar del mundo...

Un dragón negro surcaba el cielo en busca de un lugar en donde poder descansar y dejar el cuerpo de su madre, por la ruta que había tomado cualquiera pensaría que fuera a Meeren en el continente de Essos pero en algún momento se había desviado más al sur, con dirección a Ulos o quizás a La ciudad de Asshai por el Estrecho de Azafrán.

Cada que se acercaba más el dragón más fallaban sus alas por el cansancio, había pasado horas e incluso días volando desde que había dejado King's Landing, se detenía algunas horas para comer o descansar por varias horas pero eso no era suficiente, todavía no llegaba a su destino.

Ya había pasado Sothoryos, cuando se vio atacado por un imenso dragón en mitad de la oscuridad de la noche, no podía pelear con este o su madre habría salido dañada, este dragón no ataco más, simplemente se acerco más a el, intentando cambiar su ruta de viaje, obligado a aterrizar en tierra dejando con cuidado el cuerpo de su madre en tierra.

Lykiri (Calma) — una persona se acerco con cuidado al dragón que había cubierto con sus alas el cuerpo que cuidaba. — Dohaerās (Servir), Drogon. Lykirī — intenta que el dragón la deje acercarse más al cuerpo que protege.

El dragón solo soltó un bufido llenado la cara de la persona a unos metros de el con vapor caliente, esta sonrió y se acerco más al dragón negro.

Nyke ________ (Yo soy _______) — se presentó. — raqiros (amigos) — se apunto a si misma y al dragón que todavía sobrevolaba en el cielo.

Cuando el dragón por fin la había dejado acercarse al cuerpo de la mujer que cuidaba y estaba por tocarla el otro dragón tenía que aterrizar cerca de ellos, entonces drogon se puso alerta y volvió a cubrir a su madre.

Lykiri, raqiros — volvió a decir rápidamente. — Zaldrīzes issa Balerion (El dragón es Balerion) — miro hacia el dragón rojo, un rojo tan fuerte como el carmesí.

Drogon otra vez permitió que _______ se acercara a su madre para ayudarla, pero intento quemarla cuando esta alzo en sus brazos el cuerpo inerte de Daenerys que todavía poseía la daga que la había asesinado, ella otra vez le dijo que tuviera calma que ayudaría a su madre y le daría de comer a él que debería estar cansado por todo el viaje.

— Señora, ¿Qué ha sucedido? — fue lo primero que le preguntó uno de sus sirvientes cuando la vio llegar a la torre con el cuerpo de la mujer en sus brazos.

— Se ha vuelto realidad — fue lo único que dijo y el hombre entendió lo que quiso decir pues no volvió a preguntar nada.

— ¿Desea que preparemos todo? — asiente y deja el cuerpo de la mujer peliblanca en su cama. Había soñado algunas veces con ella, pero ningún sueño se asemeja a tenerla enfrente de ella.

Tenía aspecto valyrio clásico, con el cabello rubio plateado, los ojos de color púrpura y contextura delgada. Era realmente hermosa ante sus ojos, una voz femenina la saco de sus pensamientos.

— Así que es ella — dice con cierto tono de desagrado. — ¿Por qué has esperado todos estos años por ella, por cada año ya hubieras restaurado la casa Baleryen? — la primera solo veía el cuerpo en su cama.

— Tenía que ser ella, tiene que ser ella o nadie más — la segunda solo rueda los ojos antes las palabras de su señora.

— Estas mandando a los Baleryen a la extinción. ¿Quién gobernará si nadie es digno como los Baleryen? — tomo con fuerza el rostro de la primera mujer para que dejara de ver tanto a la mujer en su cama. — Ponme atención a mi, no a ese saco de huesos fríos — la chica rápidamente quema la mano que apretaba sus mejillas.

— Más respeto para la futura esposa de tu prima, Baera — se pone de pie mirando con enfado a su prima. — Ve con tu esposo y déjate de meter en mi vida o en mis decisiones — la segunda mujer se va resoplando de enojo.

— ¿Todo bien? — aparece un hombre por la puerta. — He visto a Baera salir casi escupiendo fuego por la boca — se ríen por que siempre han dicho eso sobre ella.

— Vino como siempre a molestar, todavía no supera que no me case con ella — él chico asiente en comprensión.

— Sabes que Barion es un mujeriego que tiene sexo con todo menos con su esposa — Barion y Baera eran un infeliz matrimonio propuesto por todo el consejo de la ciudad. — A este paso tendrá hijos con toda las mujeres del continente menos con su esposa — ________ asiente de acuerdo de su amigo.

— Maeryon, ¿Crees que ella realmente despierte de la muerte? — ambos miran el cuerpo en la cama.

— Lo hará, sabes que el hechizo para revivir a alguien de la muerte solo lo saben los señores dragón y tu eres una — apoya la palma de su mano en su hombro, dando un apretón como muestra de animo.

— Gracias — le sonríe.

— Agradéceme cuando tus hijos me digan tío — la chica negó con una sonrisa. — Vamos, tienes que alimentar a su dragón porque no deja que nadie más se le acerque, ha intentando quemar a los ayudantes que se le han acercado para darle de comer — notifica.

— De acuerdo, iré enseguida — se acerca a la puerta pero antes de salir voltea a mirar al cuerpo en la cama y luego a su amigo. — Quédate con ella y cuida que nadie se acerque a ella, en especial Baera — el chico asiente.

Camino por la torre con dirección a donde los dragones residían en la isla, mis antepasados decidieron que no era bueno encerrar los dragones pues les afectaría de alguna manera así que decidieron elegir varios terrenos alejados del continente para dejarlos ser libres. Con ello adaptaron que las torres estén conectadas con la estructura en la que descansaban los dragones, algunos sobrevolaban por encima de las torres y otros se dedicaban a ayudar a sus jinetes en sus actividades día a día.

La ciudad era pequeña pero se asemejaba mucho con Valyria, quien fuera que la viera dijera que era la nueva Valyria pero nadie había llegado tan lejos en el continente de Ulthos pues eso seria perder la paz en la ciudad.

— Aquí estas amigo — se acerco al dragón con escamas oscuras que estaba aislado de los demás dragones. — Yo me encargo de ahora en adelante — los ayudantes asienten y le dejan la carne cruda para que se alimente el dragón.

Se acerca con cuidado al dragón que le miraba fijamente y deja toda la carne que había en el recipiente en el suelo, dio algunos pasos atrás y vio como rápidamente el dragón cocino todo para comerlo rápidamente.

— ¿Quieres más? — el dragón solo seguía mirándola y esta le pidió más carne a uno de los ayudantes que se encargaban del cuidado de los dragones. — Ten amigo, debes reponer fuerzas para cuando tu jinete regrese — hablaba con el dragón como si este le entendiera.

El día paso movido en la isla, todos estaban apresurados para preparar todo para el regreso de la mujer con la cual su señora había soñado, no sabían mucho pero esperaban que ella logre hacer que su señore los lleve más a la gloria como todos deseaban, después de todo eran descendientes de Valyria pero no habían salido de esa isla a pesar de tener algunos dragones.

Esa noche seria el regreso de la madre de dragones de la cual habían escuchado algunos rumores de la corte, estaban deseosos de conocerla y esperaban que ella motivara a la actual señora dragón para conquistar como lo habían hecho sus antepasados Valyrios.

Daenerys de la Casa Targaryen, primera de su nombre regresaría esa misma noche a la vida.

Fuego y sangre (Daenerys Targeryen y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora