El lápiz de carbón se movía con agilidad sobre el lienzo, la mirada de Reyna estaba clavada en la figura que tenía enfrente mientras intentaba plasmarla en su lienzo. Estaba sentada en la orilla de un lago, frente a ella, sobre una roca a unos cuantos metros de distancia, estaba una mujer, que a su parecer, era la mujer más hermosa que había visto. Estaba completamente desnuda, sus rasgos asiáticos resaltan en la blanca piel de su rostro, sus partes íntimas, así como sus pechos estaban cubiertos por su largo cabello.
En cuanto Reyna estuvo conforme con su boceto, la figura de aquella hermosa mujer, flota por encima del agua, yendo directo hacia ella, la respiración de la morena se detiene al tener aquella hermosa y misteriosa mujer a centímetros de su rostro, al tenerla tan cerca, podía detallar perfectamente cada una de sus facciones. Esta extraña mujer toma el rostro de Reyna y junta sus labios, Reyna cierra los ojos ante el caluroso y dulce contacto de aquellos labios, abriéndolos luego de golpe, estaba agitada y confundida.
Se sienta en la cama y observa a su alrededor, todo había sido un sueño. Se toca el pecho, su corazón seguía latiendo desaforado y sus labios ardían, como si aquel beso hubiera sido real. Antes de que la imagen de aquella mujer se fuera de su cabeza, toma el croquis que tenía en su mesa de noche y comienza a dibujar el mismo boceto que en su sueño, desvía un poco la mirada hacía la ventana de aquel cuarto, al fondo estaba el mismo lago que había visto en su sueño.
>>Dos años después<<
El vuelo había sido agotador, más de 17 horas, sumándole el tiempo que tardaba en el aeropuerto. Su cuerpo se sentía cansado, al fin había llegado a su nuevo hogar, había pasado de vivir en europa a vivir en latinoamérica, un cambio extraño, ya que generalmente sucede al revés, pero tenía sus motivos. Al llegar a su nuevo departamento, este se veía deprimente y apagado, pero ya tendría tiempo de decorarlo. Su reloj marcaban las 18:34, su cuerpo estaba agotado, pero sabía que si se dormía en ese momento, se despertaría a las 3 de la mañana y se le iba a hacer difícil regularizar el sueño, así que tenía dos opciones, ponerse a ordenar mientras o salir a tomarse algo, y sinceramente, la segunda opción sonaba mucho más tentadora que la primera. Lo que la hace tomar una chaqueta de tela delgada, su billetera y salir. Sabía que cerca de su departamento había un lugar donde podría ir a beber y bailar un poco. Fuera de su departamento hace parar un taxi, tuvo suerte, el taxista había terminado una carrera justo por ahí, le avisa al chofer hacia dónde se dirigía. A los pocos minutos, ya estaba fuera del lugar, parecía muy amigable y la mayor parte de las personas que veía, eran mujeres, claro, era un bar de lesbianas.
Toma su primer mojito y siente que este ya le estaba haciendo efecto.
- Ugh, debe ser por el cansancio - Pensó.
Recorre el lugar con su vista y la detiene sobre una persona en específico, se sintió como en un sueño, la chica a la que estaba mirando era hermosa, quería acercarse, pero estaba en un grupo y no se sentía preparada para enfrentarse a un grupo de mujeres.
La miraba fijamente, esperando que la mire de vuelta, cosa que pasa al poco rato, en cuanto sus miradas se cruzan, Reyna le sonríe, levantando un poco su copa, haciendo un brindis a la distancia, recibiendo de vuelta una sonrisa tímida, ambas desvían la mirada, pero a los pocos segundos, Reyna siente que la están mirando, vuelve a voltearse hacia donde estaba la linda chica y, en efecto, la estaba mirando fijamente, pocas veces en su vida Reyna se había sentido intimidada por una mirada y esta, era una de esas veces, sentía que se la estaba comiendo con los ojos. Cada cierto rato miraba a esta chica y cada vez la estaba mirando.
- ¿Será que me tengo que acercar? - Pensó, pero esa idea quedaría solo en su mente, ya que al voltear nuevamente, ya no estaba, cosa que decepciona un poco a la morena.
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No Muse (Reyna x Sage) (ReyGe)
FanfictionReyna, una pintora talentosa y bastante conocida en el mundo del arte, decide ir a probar suerte a un país de Latinoamérica luego de haber vivido casi toda su vida en Italia. Es aquí, en este recóndito lugar de Latinoamérica dónde conocerá a Sage, l...