Los mellizos Potter llegan a Howgarts sin esperar todo lo que les pasara ahí y los amores que encontraran.
Todos los personajes a excepción de la protagonista no son mios pertenecen al universo de Harry Potter al igual que algunas partes de la trama.
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💚Amistad💚
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Habían llegado ya a un pueblo donde se bajaron del tren, les tres niños se bajaron primero dejando al final a Alesandra, la cual alcanzo a ver mientras se bajaba una mata de cabello alvino muy bonito, de la nada Harry la tomo de la mano y la llevo con él, se habían encontrado ya con Hagrid y este los estaba llevando a los botes en los cuales llegarían ah, Hogwarts.
«Es enorme» pensó Alesandra al ver la escuela.
Estaban subiendo a algún lado aún no descubrían cuál cuando se toparon con una señora la cual llevaba un sombrero medio extraño.
—Bienvenidos a Hogwarts, en unos instantes pasarán por aquí —dijo apuntando un pasillo enseguida de ella— para reunirse con sus compañeros, pero antes se les será asignada su casa.
—Son Gryffindor, Hufflepuff, Ravenclaw y Slytherin —empezó a explicar que conllevaba formar parte de una casa.
—Con eso explicado, la ceremonia de selección comenzará en un instante —se retiró del lugar.
—Es cierto... —dijo tomando la atención de todos—lo que decían en el tren los mellizos Potter han venido a Hogwarts. «Es el chico de cabello blanco que vi en el tren» pensó Alesandra. El chico presentó a sus amigos y se acercó con los mellizos.
—Yo soy Malfoy, Draco Malfoy —se presentó muy orgulloso.
De la nada aun lado de los mellizos Ron soltó una risa burlesca.
—Crees que mi nombre es gracioso —pregunto Draco volteando a ver a Ron—no tengo que preguntar el tuyo, esa cara y esa ropa usada y vieja debes ser un Weasley, se darán cuenta de que algunas familias son mejores que otras Potter, espero sepan con quién hacer amistad.
—ya sabemos quién es el equivocado, muchas gracias —respondió Harry viéndolo con desagrado.
—Harry tampoco tienes que ser tan malo como él, soy Alesandra Potter —dijo Alesandra uniéndose a la conversación— un placer.
La niña le extendió la mano, Draco la veía un poco sorprendido, pero se le dibujó una media sonrisa en el rostro.
—El placer es mío, Alesandra —dijo Draco estrechando su mano.
