En un universo de magia y misterio,
Surge un amor que parece un hechizo,
Tu nombre, Draco, llena mi ser de emoción,
Y despierta en mi corazón una pasión.
Tus ojos plateados, brillantes como la luna,
Reflejan la fuerza y la melancolía de bruma,
Tu porte arrogante, tu coraza impenetrable,
Pero sé que en tu interior hay un corazón amable.
Tu presencia me cautiva, me envuelve en un hechizo,
Eres como fuego, intenso y preciso,
Tus palabras afiladas como una daga,
Pero sé que detrás de ellas, hay una alma que clama.
Draco, mi amor prohibido por destino y linaje,
Tu alma atormentada busca un amanecer sin ultraje,
En la oscuridad, encuentro mi hogar,
Junto a ti, Draco, puedo brillar.
Atravesaremos tempestades y batallas sin fin,
Juntos, enfrentaremos todo aquello que nos digan,
Tu lealtad me enaltece, y en ella confío,
Pase lo que pase, tú y yo resistimos.
Draco, en cada latido de mi corazón,
Siento un amor que trasciende la razón,
Que nuestro amor desafíe todas las barreras,
Y brille para siempre, como estrellas.
Este poema es un tributo a tu amor,
Un sentimiento que en mi ser se ha forjado con fervor,
Que siempre recordaré con dulzura y pasión,
Mi eterno amor, mi Draco, mi canción.
