10.

887 102 2
                                    

Salgo de la oficina del director satisfecho sobre el tema de los uniformes.

Quedaron increíbles, con el logo de la escuela en el pecho y el número del jugador atrás, solo falta ponerle los nombres de los que se quedarán y podremos irlos mandar a hacer.

—Buenos días —digo entrando al gimnasio.

El grupo B está en línea recta sobre la línea límite de Basketball.

—Se ven bien —comento con gracia al ver a todos con los colores y ropa que pedí.

Evito mirar la cara de molestia de Zhang Hao. Solo ver su cara me molesta, más esa mueca extraña que hace. Y aunque disfrute de su malestar, no quiero verlo hoy.

—Tomen un balón, empezaremos a practicar.

Tomo el carrito de balones y lo empujo hasta el centro de la cancha, entregándole uno a cada uno y luego volviendo hasta el inicio de la fila.

—El que anoté cuatro puntos podrá usarlo como comodín si algún día lo castigo.

Después de veinte minutos, solo las chicas han encestado una vez.

—No es algo tan difícil —digo cuando noto que les quedan diez minutos de clase y nadie logra los cuatro puntos—. Tú, niño —le habló a Zhang.

Sale de la línea y se acerca a mí con cara neutra.

—Eres el único que no ha estado cerca de encestar ni una vez, incluso tus compañeras lo han logrado. Tú ni fingiendo ser ellas puedes —rió.

Frunce el ceño y con cara molesta me quita el balón de las manos.

—Diez a que encesta —dice Hikaru a su compañero, que ríe y acepta.

—Veinte a que no —digo dirigiéndome a la chica.

Zhang Hao me da la espalda y lanza el balón al aro, donde por un segundo pienso que el balón caerá en el. Pero solo se tambalea por la orilla y luego cae fuera.

Me tapo la boca para contener una risa y luego estiro mi mano a la chica, la cual deja el dinero mi mano.

—Suerte a la próxima —me burló de ambos—. Ya pueden irse.

gym ♡ haobinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora