# 🥛 . ᶻz ﹢ 𝐇𝐨𝐰 𝐃𝐞𝐞𝐩 𝐈𝐬 𝐘𝐨𝐮𝐫 𝐋𝐨𝐯𝐞? ♡

◖ 𖥻 ִ ۫ ᥉ᥱr ᥉ιᥒᥴᥱr᥆ ! ♡

𖥻 ִ ۫ ּ ᥙ ᥴᥙtᥱ ᥣιᥣ ᥉hιt ﹗

── Apenas despertaba el azabache, ¿Lo extraño? Es que era de madrugada, cosa rara ya que usualmente Duxo duerme hasta un poco mas tarde como a las 9:12 a.m.

Se levantó sintiendo un terrible escalofrío recorrer todo su cuerpo desde su espina dorsal en ese momento, "mejor me pongo un suéter" fue lo primero que se le vino a la mente, decidió ir a la habitación del azabache sin hacer mucho ruido, aprovechando que este tenia el sueño pesado buscando en su armario alguna sudadera, asi que decidió agarrar uno de los favoritos de Aquino, quizas ¿No le importaría que lo tome prestado un rato? ¿Verdad?

No, quizás no le importe mucho, el pelinegro decidió no darle tanta importancia al asunto, asi que se propuso a hacerse el desayuno.

Luego de un rato Aquino se había despertado, se sento en su cama mirando la hora en el reloj de su mesita de noche, ya eran las 8:46 a.m

Se levanto y abrió la puerta de su habitación encontrándose a un ojos violeta con una de sus sudaderas.

── ¡¿Ah?! Duxo ¿Qué haces con mi sudadera? .── pregunto intrigado llamando la atención de su amigo que volteo a mirarlo.

── Es que, me desperté temprano esta mañana porque no tenía mucho sueño. ── hizo una breve pausa para continuar con la conversación. ── entonces me dio frio y decidí ponerme uno de tus suéteres por si no te importa mucho que lo use temporalmente.

Un pequeño silencio invadió la habitación, los dos chicos se miraron a los ojos por un buen rato.

── Bueno, no me importa mucho que uses mi suéter por ahora. ── guio su mano a su nuca mientras sus mejillas se tenían de un tierno rubor. ── siendo sincero, te ves muy bien con ese suéter.

"Te ves muy bien con ese suéter".

Aquellas palabras que el ojos ambar pronunció entre sus labios fueron suficientes para sorprender a Duxo.

── ¡¿Lo dices enserio?! ¿No mientes? ── Duxo no podía creer lo que sus oídos habían escuchado por primera vez.

── No, no miento estoy siendo honesto y sincero contigo Duxo.

El pelinegro sonrió levemente ante las dulces palabras de Aquino, diciéndole un sincero "gracias".