Me desperté temprano en la mañana, salí de la cama para ponerme ropa cómoda y salir a correr un poco por los alrededores de la escuela, corri por media hora y Fuy directamente a mi dormitorio para tomar una ducha; en toda la noche no tuve ninguna pesadilla y pude descansar así que no tenía ojeras, salí de la ducha y me aliste para ir al gran comedor y después a clases, antes de salir de mi habitación puse un glamour encima mío y así nadie notaria las cicatrices y moretones que aún tenía. Al salir de la sala común camine por el pasillo directo al gran comedor, pero me encontré con mis padrinos y primo por lo que decidí acercarme a saludar.
— Buenos días padrinos, primo — saludé al llegar con ellos sin hablar demasiado fuerte.
— Buenos días Draco — saludaron ellos.
— Te dirijas al gran comedor — pregunto Severus a lo que asentí.
— Si, supongo que ustedes también — a sintieron y emprendimos camino juntos al gran comedor.— Tio Regulus puedo hacer una pregunta — el me volteo a ver y asintió para que continuará. — Hase un tiempo escuché a mis padre ablando sobre alguien llamado Sirius, madre dijo que Hera su primo así que supongo que es tu hermano cierto— el mayor se paró en seco en el pasillo al escuchar aquel nombre .
— Como yo — no formulaba ninguna palabra con creta, su esposo se paró a su lado y sujeto sus manos mientras se miraban a los ojos, después de un momento volvió la mirada hacia él.— Sirius es mi hermano mayor — respondió con un toque de tristeza en su voz.
— Por qué no sabíamos de el padre — pregunto el pequeño pelinegro a su padre.
— El se alejo de la familia hace muchos años no se habla más de el, así que no lo mencionen mas— hablo con enojo y tristeza en su voz, sin esperar respuestas camino hacia el gran comedor junto a su esposo dejando a los dos menores atrás.
— Draco, tu crees que mi padre se siente muy triste por lo de su hermano — pregunto el menor.
— Si lo creo Rigel, pero será mejor no mencionar nada, vayamos al gran comedor— sin más los dos niños siguieron a los mayores con preguntas en sus cabezas.
Cuando llegaron al comedor Rigel se sentó con sus padres en la mesa de profesores y el se sentó en la mesa de su casa, en las otras tres mesas no había muchas personas pues Hera temprano aún, al poco tiempo sus amigos se sentaron con el en la mesa para desayunar entre juegos y platicas. Al terminar se dirigieron a su primera clase del día.
Después del largo día de clases el rubio y amigos fueron al pateo principal del castillo para tomar aire y disfrutar los pocos rayos de sol que daban antes de desaparecer por el horizonte, Theo como siempre leía un libro recargado en un árbol, Blaise y el jugaban ajedrez y las chicas platicaban de una revista de moda.
— Primo puedo jugar con ustedes — Rigel hablo mientras caminaba hacia ellos.
— Por supuesto, ya has terminado tus clases con el tío Regulus— pregunto el rubio mientras le daba Jake al moreno por segunda vez.
— Como lo ases — hablo el moreno mientras acomodaba el tablero.
— Ya he terminado mis clases no tienes de que preocuparte primo— hablo el menor mientras empezaba a jugar con el moreno.
— Rigel sabes si el señor Severus está en su oficina — pregunto Theo al menor.
— padre está en su oficina con papá, no te recomiendo ir o tendrás un gran trauma — los niños temblaron al entender la insinuacion del menor.
— créeme tiene razón, una vez los encontré por error en una pijamada que tuvimos en la casa de mis padrinos, desde entonces prefiero dejarlos solos— hablo el rubio.
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Una moneda de dos caras
Non-FictionNo puedes dejar que las personas vean atraves de las paredes ,debes ser perfecto igual que tú hermano Draco .... Los Malfoy no lloran y los Black tampoco ..... No grites, los Black no gritan .... Solo eres un estorbo estúpido niño ... Si le dices a...