Pequeño Ñuñupite

Ñuñupite

Era una tarde de invierno, con ese tono gris, poco peculiar en el cielo trujillano, respirando un aire tenuemente líquido por culpa de la humedad y caminando por aquel parque que me vio jugar, donde sufrí mis primeras caídas, donde en mi imaginación exploraba galaxias, donde a pesar de todo crecí... Es como si viese en el viento los recuerdos de mi infancia, como si los árboles sirviesen de lienzo para retratar mi historia, como si el tiempo se hubiese detenido... ojalá fuese así. Ya me sumergía en la nostalgia de mis recuerdos, cuando de repente la vi, sentada en aquel banco, como si estuviese esperándome sin saberlo. Decidí acercarme y me senté a unos centímetros de ella, no quería asustarla, por lo que me quedé callado, observando a las palomas aletear mientras se alzaban en vuelo, a los niños reír mientras corrían, a las hojas bailar en compañía del viento, pero sin dejar de admirarla, con su mirada perdida en lo profundo de sus recuerdos, algo cansada por el paso del tiempo, pero igual de hermosa. Decidí hablarle y dije: "Buenas tardes!, ¿una tarde algo fría no?", ella giró y asintió sonriendo dulcemente, continué: "sabe? Yo crecí aquí, es más, me caí de aquel árbol por creerme mono- sonreí-, menos mal solo me hice unos raspones y lloré un buen rato", sonreí mirándola y continué: "me sentía seguro, pues mi abuela estaba conmigo, ella me curó toda clase de heridas -miré abajo y sonreí- siempre que hacía alguna travesura me decía que Diosito veía todo y me iba a castigar, que si no estaba, él le contaría, - sonriendo - recuerdo que al regresar del colegio veíamos su novela, aunque ella ni bien se sentaba, se dormía, aun así esperaba que terminase para cambiar de canal, pero tenía un don, pues ni bien lo cambiaba, despertaba y me reñía - reí -, recuerdo cuando se quedó dormida en su tazón de sopa, la hubiese visto - reímos juntos- recuerdo cuando me decía su 'ñuñupite' , me encantaba oírlo mientras me abrazaba- entre lágrimas-, significa algo como niño en el seno de la madre, -secándome las lágrimas- recuerdo cuando me daba la bendición antes de dormir, con esa sonrisa dulce, acompañada de una caricia tierna - levanté la mirada solloza y vi su desconsuelo, continué- tranquila!! todo está bien, solo que me recuerda mucho a ella y es que la extraño, no se imagina cuánto. Ojalá estuviese aquí conmigo, pero es imposible. Sé, que, aunque ella parezca estar muy lejos de mí, siempre estará presente aquí - señalando mi cabeza- y aquí - señalando mi corazón-... y sé que en su momento nos reencontraremos y me volverá a decir su pequeño 'ñuñupite' ", la miré y ahora estaba sonriendo conmovida y me atreví a decirle una petición "¿le podría pedir un favor? - ella asintió - me podría regalar un abrazo para sentir de alguna manera que ella está conmigo de nuevo?, así sea solo por unos segundos, por favor ", ella accedió y nos abrazamos de la manera más tierna y fraternal posible, luego me marché, en el camino saqué una foto de mi bolsillo y me dije: "otra vez aquí, mi dulce y tierna mamita, sentada en el mismo banco desde donde me viste crecer, donde nos tomamos esta foto. Como te prometí aquel día, no permitiré que el alzhéimer nos separe y menos que borre el inmenso amor que te tengo así como hizo con nuestros recuerdos, es por ello que mañana, como cada tarde, te vendré a ver".