•ADICTOS•

Draco Malfoy

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Pulsaciones.
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Sabado por la mañana. Mikey tenia que irse a Hogwarts, insistio en que me quede aquí, la nieve era muy densa para un día así.

Aún tenia demaciado sueño para ir a comer algo, Seguia triste, me sentia sola... Ya lo extrañaba demaciado.

Las puertas del gran comedor estaban abiertas, pero pocos alumnos habían.

Mi mirada cayó en una sola mesa, o más bien a una persona en particular...

En mi garganta se habia formado un nudo de nervios, no podia admitir que me sentia celosa cuando Draco y yo no somos absolutamente nada.

Draco estaba sentado junto a una chica, tan cerca que en cualquier momento su boca tocaria la megilla de ella.

Al parecer el noto mi mirada sobre el y sus ojos celeste se posaron en mi. Me regalo una sonrisa ladina, y sin dejar de mirarme le susurro algo a la chica que tenia al lado de el, comentario que hizo que se ria.

No queria presenciar su coqueteo... Coqueteo que me hacia a mi y yo gustosa lo aceptaba.

Sali de allí, se me habia ido el apetito. Lo que no esperaba es que Draco me siguiera. Sus pasos rapidos me siguieron a gran velocidad. Me tomo de la muñeca y me llevo a rastras a donde Merlin sabra donde.

–Draco, sueltame. Ahora. ¡Draco! –Dije forcejeando su agarre.

–Shh, as un poco de silencio, escandalosa. – dio un vistazo que nadie nos haya visto. Me metio dentro de un cuartucho extraño, uno que nunca habia visto antes. Ya ambos andentro me defendi.

–¿Que quieres? Sueltame. –Dije quitando su mano de mi muñeca.

–¿Que es lo que te pasa, Preciosa? – Pregunto con una sonrisa egocentrica.

–¿A mi? Absolutamente nada. Ya quitate– Antes que pueda irme Draco me tomo me las caderas y me puso contra la pared.

–Dime una sola cosa, Preciosa, Isabell. Acaso... ¿Te pusiste celosa?

¿Era idiota o que? Celosa yo de el, claro. Cruze mis brazos, ya estaba bastante encabronada con el.

–¿Celosa, Yo? Por favor,Malfoy, ya no seas ridiculo. Muevete.– Trate de moverlo para salir, pero fue envano.

–Oh no, cariño. En estos momentos... – Hablo mientras tomaba mi cuello y se acercaba cada vez más a mi oido, su aliento me hacia un gran cosquilleo estremeciendome la piel. – Te demostrare que solo soy tuyo.

Pero antes que pueda hacer algo, lo tome detras del cuello y con todas mis fuerzas lo si vuelta para dejarlo yo ahora contra la pared.

–No. Esta vez, yo te demostrare que eres mio, Malfoy. Mio y solo mio...

–Oh, baby... – Draco me beso con desespero, un beso posesivo donde se notaban las ganas mutuas. Mis manos tocaban su cabello tironeandolo probocandole barios jadeos al peli-rubio. Sus manos no dejaban de tocarme, y eso me ponia más a mil. Mis manos tocaron su abdomen bajando cada vez más hasta llegar al comienzo de su boxer.