Parte uno. Ambientado casa madrid. Iván¡Top, Rodrigo¡bottom. Smut, insultos, sexo no-vainilla.
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Iván, a pesar de estar rodeado de tanta gente y con un ambiente tan alegre, no se sentía alegre. No cuando su novio se encontraba sentado sobre aquel amigo suyo, que, a pesar de tener una esposa, le molestaba.
Ya le había molestado varías cosas, desde que Rodrigo y Aldo casi se besan, Alexis tocando el cuerpo de SU novio, ¡su Rodrigo sentado arriba del boludo de juan!
Era el colmo, Iván comenzaba a perder la paciencia, pero debía disimular, aun seguían en stream. Permanecía callado, riéndose y aportando algunos comentarios de vez en cuando, pero cuando aquellas acciones ocurrían, sus celos se reflejaban rápidamente en su cara.
─ Oigan, ¿podríamos hacer un quien es más propenso? Pero, así con alcohol. ─ Propuso Rivers.
─ Uh, si amigo, esta piola la idea. ─ Habló Carrera ni bien escucho la propuesta de su amiga.
─ Pero no se pasen de verga siendo tan obvios. ─ Se quejó Juan.
─ ¿Quién es más propenso a hacer el peor doblaje de Spider-Man? ─ Soltó Spreen, causando carcajadas en todos sus amigos, menos en Juan.
─ Ya, pobre de Juan. ─ Dijo Mariana, defendiendo a su amigo.
─ ¿Hacemos eso o no? Voy a buscar fernet que quedo, y me parece que quedo un gancia, también hay cerveza. ─ Dijo Carrera, comenzando a pararse para ir a buscar dichas bebidas.
─ Deja te acompa-. ─ Aldo fue interrumpido por Spreen, quien se paro rápidamente y lo miro seriamente desde arriba.
─ Deja. Yo lo acompaño. ─ Dijo sin sonreír ni nada, causando miradas confusas entre sus amigos. Agarro a Carrera de los hombros y avanzaron hacia la cocina.
Carrera sabía bien sobre los celos de su novio, a pesar de que ellos aun no habían anunciado su relación en público, sus amigos conocían tal relación. Rodrigo disfrutaba de darle celos a su novio, era consiente de lo celoso que podía llegar a ser el pelinegro, por lo cual se aprovechaba de eso. Ni bien llegaron a la cocina, Rodrigo fue acorralado por el de mayor altura, quien lo miraba seriamente.
─ ¿Y esa cara de culo, mi amor? ─ Se río Rodrigo, cruzándose de brazos.
─ No te hagas el pelotudo, Ezequiel. Vos sabes bien lo que haces allá, y yo no me voy a bancar tus giladas. ─ Dijo, comenzando a besar al menor, quien gustoso aceptó.
El beso era demandante por parte del pelinegro, mientras el castaño se dejaba hacer. La lengua del mayor se introdujo dentro de su boca, comenzando un pequeño vainen entre ambas lenguas, donde la del mayor predominaba. Ambos se separaron, Rodrigo jadeaba ante la intensidad del beso e Iván aprovechó eso, comenzando a besar y marcar el cuello del menor.
