Alicent Hightower se casó con el rey y Regulus Targaryen enloqueció.
Pero su amor eclipsó al reino y dió fruto a un usurpador.
alicent hightower x oc male.
𝒈𝒐𝒎𝒐𝒓𝒚, 2023.
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✦ chapter seventeen: first betrayal ❝this boy is too young to be singing the blues❞ ✦
ℛhaenyra tomó la mano de Regulus siendo ella su guía por los pasadizos.
Los ojos de la princesa heredera brillaron cuando vió a su tío Daemon, cubierto con una capa y quién sonrió cuando vió a su sobrina, nuera e hijo. Regulus sintió algo de arrepentimiento cuando vió a su padre, no quería meterse en problemas pero también sabía que ya no había vuelta atrás.
Daemon tomo la mano de Emrys y entonces salió con los tres adolescentes de la fortaleza. Regulus gimió un poco de nervios pero volvió a la tierra cuando Rhaenyra lo jalo de la mano para llevarlo hacia las escaleras.
Daemon acompañó a Emrys, a Regulus y a Rhaenyra a través de la Calle de la Seda para presenciar una feria callejera, llena de equilibristas, malabaristas, lanzafuegos, músicos, bailarines y adivinos. Estaba tan emocionada de estar fuera del castillo tan tarde en la noche. Su padre nunca le permitiría hacer esto, pero con las primeras festividades en marcha, no había forma de que Rhaenyra pudiera dejar pasar esta oportunidad única en la vida.
Emrys podía oír los gritos, los vítores, los mecánicos con aspecto de dragón escupiendo fuego, los sonidos de una prostituta siendo cogida en un callejón cercano. Sabía que disfrutaría esa noche ya que Cregan la hubiera cacheteado si ella se hubiera atrevido a mencionar la Calle de la Seda.
Regulus, demasiado distraído para prestar atención a su entorno, sintió que un extraño chocaba contra él y Rhaenyra.
—¡A un lado, chico! ¡Mira por dónde vas!—el borracho arrastraba las palabras y tropezaba, incapaz de mantener el equilibrio.
Normalmente, Rhaenyra se sentía obligada a regañar al hombre. Sin embargo, debido a su disfraz, no la reconoció. Una sonrisa se curvó en su rostro.
—Él me llamó chico.—le dijo a Regulus, riéndose de la emoción. Su primo se rió de ella y asintió.
—Lo sé, lo escuché. Recuérdame que le arranque la lengua por la mañana.—Regulus bromeó y Rhaenyra entrelazó su mano con la de su primo.
Las festividades de la Calle de la Seda ofrecieron mucho más para que la pareja presenciara.
Daemon agarró un odre de cerveza y tomó un sorbo antes de ofrecérselo a su hijo. Regulus tomó la bebida y la tragó. En cuestión de segundos, comenzó a toser en respuesta al contenido alcohólico que bajaba por su garganta. Escupió el líquido.
—Que asquerosidad de bebida.—Regulus se quejó y Daemon se rió de la expresión de su hijo.
—¿Quieres saber tu muerte, niña?—preguntó un adivino ciego a Emrys.
—Um, no, gracias.—declinó la Stark cortésmente.—¿Conocer mi muerte? Sólo tengo diecinueve años. ¡Me queda mucho tiempo!
