Están a punto de graduarse.
Él solo podía verla en el instituto, del resto ella permanecía vigilada por guardaespaldas por casi las 24 horas del día, los siete días de la semana.
-¿Estás listos? - pregunta la señora Park al chico con cierta emoción mientras acomoda un poco su toga de graduación.
Él asiente sin prestar mucha atención mientras que su mirada esta fija en la bella chica que esta del otro lado del salón junto a su familia.
-Ojalá Hyung Yoon pudiese estar aquí - susurra para si.
-Vamos hijo, mirame.
-La amo - dice con ojos cristalizados.
-Lo se Taehyung y por eso necesitas ser fuerte por ella.
Aria por otro lado se desesperaba al tener a sus padres casi encima suyo, ellos estaban pendientes de que el chico no se acercase a ella por nada en el mundo.
-Mamá ya deberían ir a sus asientos, pronto tendremos que ir a nuestro lugar.
-No voy a dejar que ese chico se te acerque nuevamente, es por tu bien Aria y lo sabes. Mira nada más la influencia, qué te has puesto eso en los labios, te cortaste el cabello qué tanto te he cuidado, solo falta que te tatués.
-Ya lo hice.
-¿Acaso quieres matarme niña?, ¿donde te hiciste todo eso? Voy a demandarlos.
-Estás loca si piensas que te diré, esto fue consensuado, así que ellos no tienen culpa alguna.
-Eres igual a Yoongi.
-Papá por favor.
Él padre solo las mira y asiente.
-Vamos, dejemosla, de todas formas Aria sabe que es lo que pasará.
Ella asiente y apenas ve salir sus padres por la puerta ella corre hacia su chico.
-Tae - le abraza y él la besa con ansias.
-No veía la hora en que salieran - dice después de ese beso - no sabes lo mucho que te extraño.
Ambos se miran a los ojos y él vuelve a besarla, para él ella era su tesoro más preciado.
-Chicos creo que ya deben ubicarse.
Ambos se despiden de la señora Park y se toman de la mano para ir a sus respectivos lugares.
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-No me gusta la idea de que Kai sea quien te busque y te lleve a la casa - dice Taehyung algo irritado.
Si bien Aria había logrado convencer a sus padres de ir a la fiesta de despedida era porque el chico que estaba enamorado de ella, el enemigo número uno de Taehyung la llevaría a su casa.
-Vamos Tae, era la única oportunidad que tenia para que podamos vernos.
-Esta bien, pero por favor cuidate, y avisame si se pasa contigo.
-Nos vemos allí - dice la chica guiñando su ojo y dirigiéndose a su casa para poder alistarse.
La fiesta había comenzado, esta se llevaba a cabo en las afueras de la ciudad, él estaba allí viendo a las parejas bailar, se desesperaba al no ver a Aria llegar.
-¿Necesitas compañía?
Él gira rápidamente al reconocer su voz, lucia un vestido de sirena azul turquesa marcando sus curvas quedando de manera perfecta.
-Wow - dice este al verla - estas preciosa.
-¿Enserio? - pregunta ella sonrojada.
Él asiente rápidamente y ella besa su mejilla.
Las piezas de baile eran su momento, cada minuto que pasaban, ambos lo disfrutaban al máximo. A la final la chica logro hablar con Kai y llegar a un acuerdo, él no se entrometeria más en la vida de ambos.
-Vamos y tomamos un poco de aire - dice el chico en su oído.
Ella asiente y ambos enlazan sus manos dirigiéndose hacia el jardín.
-Esta noche definitivamente es perfecta a tu lado.
-Tata.
-Es verdad, al fin estamos graduados y tu eres libre al fin, he revisado algunos lugares a los cuales podremos irnos a vivir y estudiar juntos. Durante todo este tiempo he podido ahorrar y ya tengo contactos donde podré conseguír un buen empleo para trabajar y estudiar a la vez, claro necesito saber que opinas tu.
La chica sonríe algo triste.
-¿Qué pasa?, cariño si no quieres tu solo dime, ¿tienes pensado alguna universidad?
Ella niega con la cabeza mientras la mantiene baja.
-Aria.
Ella besa a su chico con intensidad, no quería que la noche se arruinara por su culpa.
-No hablemos de eso hoy por favor, quiero estar a solas contigo - dice en un susurro - por favor Tae.
Él asiente algo sorprendido ante lo propuesto por la chica, él toma la mano de la chica y caminan una larga distancia hasta que llegan al mar qué está completamente solo acompañado de las estrellas qué esa noche brillaban solo para ellos.
Ella se acerca a él y lo rodea con sus brazos, él automáticamente rodea su cintura, ambos corazones laten con fuerza, acerca sus labios uno al otro y la lujuria aparece de inmediato.
-Espera - dice Tae - no quiero que te sientas obligada...
-Quiero que me hagas tuya - dice la chica interrumpiendole aun con sus ojos cerrado - por favor Tata.
-¿Segura? No habrá vuelta atrás.
Ella asiente y él empieza a besarla con pasión, poco a poco desprende su vestido dejando a su chica en solo una panty de encajes.
-Necesito de tu ayuda - le susurra al oído.
Ella sonríe nerviosa y ayuda a desatar su corbata.
-Hagamoslo nena.
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-Tae - Yoongi despierta con una llamada al chico - mi hermana esta en el aeropuerto, me acaban de informar, ve rápido si quieres despedirte de ella.
Esas fueron las primeras palabras del día que él escuchaba las que lo sacaron de la cama, tomar las llaves y coger un taxi a toda prisa, su corazón estaba acelerado, desde anoche presentia qué algo malo estaba pasando, canceló y bajo del auto corriendo, recorriendo los pasillos a grandes zanjas.
-Vamos Aria contesta.
-Tae.
-¿Donde estas cariño? Estoy en el aeropuerto.
-Tae, no vengas, no quiero que te metas en problemas por favor.
-Ahora no cielo, solo dime donde estas.
La chica le dice la puerta de embarque y cuelga la llamada, el chico llega rápidamente y ve a la chica entrando a la zona de abordaje, ella corre apenas lo ve no importando la presencia y gritos de sus padres.
-¿A donde iras? - pregunta él al borde de las lágrimas.
-Me envían a Alemania, perdoname, no quería hacerte daño.
-Por favor no te vayas - grita mientras es alejado por los guardias.
-Alejate de nuestras hija, ella no te verá jamás- dice la madre de Aria abrazando a su hija mientras ella llora desconsoladamente.
-Un día te encontrare Aria... Te lo juro - grita él mientras ve que su chica desaparece de su vista.
El alma desconsolada del chico se hunde en un mar de llanto mientras los guardias lo dejan fuera del aeropuerto. Desde ese entonces supo que destino tomaría, jamás se rendiría, no por ella.
