≡;- ꒰ ° please, don't call me sir ꒱ - 🥞💫

⚔️ - único cap!!

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En un reino lejano, reinaba el tan amado por su pueblo, y temido por los otros, el rey Tsukasa Tenma.
Aunque para ser rey era algo joven, puesto que sus padres habían muerto a temprana edad. Tsukasa tomó el trono a sus solo 16 años.
A Tsukasa la verdad no le alegraba mucho ser rey. Era siempre lo mismo: los mismos lujos, la misma comida, los mismos cumplidos, el día parecía más algo que se repetía todo el tiempo.
Y lo peor de todo es que Tsukasa no tenía ningún amigo. Existía su hermana, Saki, pero después de la muerte de sus dos padres, Saki se había convertido en una dama completamente seria y temida, así que para él era completamente aburrido hablarle.

Tsukasa en este momento estaba sentado en su trono. Después de haber almorzado, lo único que podía hacer ahora era sentarse en ese lugar y esperar noticias de su pueblo o de cualquier otra persona que trabajara para él.
Y para suerte suya, hoy si hubo noticias.

Su cara cambió al ver a un soldado, alto, de pelo naranja, con su traje algo sucio, pero aún así demostrando temor y respeto adentro de la sala.
El soldado se arrodilló al llegar a un punto en donde no podía acercarse más al rey, y le habló.

- Su majestad, le habló para confirmarle que atacaremos al reino Aoyagi en poco tiempo. Estimo que saldremos en unas 3 semanas.

Comunicó el capitán del ejército del reino, Akito Shinonome.

- Muchas gracias por el aviso, Akito. Puede retirarse.

- Entendido, su majestad.

Y como le ordenó su rey, Akito se retiró.

Cuando el pelirrojo se fue, Tsukasa pudo percatarse de que este capitán ha estado desde hace mucho tiempo trabajando para él, lo conoce desde que eran pequeños niños y se han visto crecer mutuamente, puesto que su padre trabajaba para el suyo.
Akito siempre fue un hombre de fiar, había sido el soldado más fiel y valiente que tuvo el reino, y por si fuera poco, era encantador, atractivo, y de por si un buen chico.

Tsukasa se quedó pensando en él, en ese soldado, y no pudo evitar salir de su trono y pedirle a sus más cercanos trabajadores.

- Disculpen, señores, quisiera dirigirme al campo de entrenamiento del ejército. Quiero ver al capitán.

- ¿A Akito?

Preguntó su hermana, quien estaba parada al lado del trono.

- Entendido, su majestad.

Dijo uno de los hombres que trabajaba en cuidarlo.

Tsukasa fue al campo, acompañado de aproximadamente tres hombres más quienes se aseguraban de que nada le pasará al rey. Y entonces, el rubio lo vió. Akito estaba tranquilamente dejando su espada a un lado, dando un suspiro.
El rey comenzó a correr a lo loco.

- ¡Shinonome!

Le gritó.

- ¡¿S-su majestad?!

El rey se abalanzó suavemente al capitán, haciendo que su ropa se ensuciase un poco al tocar el uniforme sucio del soldado.

- Perdoné por la visita repentina, pero no pude no percatarme de lo fiel que has sido conmigo y con el reino.

Sonrío.

- Quisiera hablar más contigo, mi capitán. Eres alguien para admirar.

Derrepente, el rey se arrodilló ante el pelirrojo.

- ¡S-señor! ¡Porfavor, levantese! Esta haciendo que todos nos miren...

Dijo, algo sorprendido, Shinonome.