Único.

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Que las dos personas más populares del último año estuvieran saliendo no era sorpresa para nadie. En realidad, no todos creían que ellos estaban juntos.

¿No era eso algo tan cliché? Cuando el capitán del equipo de fútbol (cuerpo de infarto, ojos matadores y personalidad picante) y el líder del club de baile (movimientos que te dejan un intenso calor en cada fibra de tu pobre ser, sonrisa cuadrada y tan modesto como sólo él podía serlo) decidieron mostrar su relación dos años atrás, era poco creíble. La noticia había armado revuelo y consiguieron que los estudiantes estuviesen pendiente de su comportamiento, y secretamente aguardaron que dieran por terminada esa farsa –que, por muy extraño que sonara, parecía no tener fin–.

Todos los días Jeon Jungkook y Kim Taehyung llegaban a la institución en el auto del menor. Se daban una sonrisa antes de entrelazar sus dedos y caminar hacia la entrada con aires de grandeza, los llamaban "La Pareja Real" por el comportamiento altivo de ambos, un nombre muy irónico si lo analizaban bien. En el almuerzo estaban juntos, obligando a los bailarines y a los futbolistas a sentarse todos en la misma mesa. La mesa del desastre popular.

Cuando Taehyung tenía práctica de baile, Jungkook siempre estaba en la banca frente al salón, mirando su celular con paciencia mientras esperaba que su novio saliera.
Entonces el mayor de ambos abriría la puerta con ojos brillantes, el cabello castaño muy claro pegado a su frente por el sudor y una sonrisa en sus labios.

"—¿Nos vamos? —preguntaría Jungkook, acariciando su cintura.

—Sí, ya estoy listo —un beso. Se darían un beso rápido en los labios antes de partir a casa."

En el caso de Jungkook, el bailarín estaba presente en cada uno de sus juegos –siendo éstos importantes o no–. Lo veían muy feliz en primera fila, portando de manera orgullosa la chaqueta con el apellido JEON y el número uno detrás.

Si el equipo de Jungkook ganaba, Taehyung corría a sus brazos, enrollando sus piernas en las caderas del deportista.

"—¡Ganaste, Gukkie! —diría Taehyung, picoteando sus labios.

—Este juego es por ti. Todo por ti, bebé."

Las ocasiones en las que perdía, también corría para abrazarlo, y besaría el rostro de Jungkook una y otra vez para eliminar la expresión derrotada en su cara.

"—¿No estás decepcionado de mí? —un chico llamado Park Jimin había escuchado al estar cerca de la pareja.

—Nunca, amor —dijo el castaño—. Eres mi número uno siempre."

Jimin comenzó a creer que sí estaban enamorados.

Para empezar, la manera en la que se veían a los ojos fijamente demostraba algo en ellos. Pero, ¿qué era ese algo? Su comportamiento cambiado era otra señal, ya que no podían encontrar rastros del confiado Taehyung cuando estaba entre los brazos de Jungkook, ocultándose en su cuello como si temiera del mundo que los rodeaba. A Jungkook tampoco lo reconocían, ni por asomo, la sonrisa tonta en sus labios a la par que murmuraba en el oído de Taehyung era suficiente para saberlo.

Chicos curiosos como Park Jimin sobraban, de hecho, el primero en estar en la larga lista era el mejor amigo de Taehyung. Jung Hoseok insistió al castaño que le confesara lo que se tramaba con Jungkook, viendo imposible que su amigo dijera amar a alguien más que a él mismo. Aunque, al final, no le quedó más remedio que aceptarlo.

Efectivamente, Taehyung y Jungkook eran novios. Novios reales.

Y pese a que Yoongi (el novio de Hoseok) no creyera, el muchacho feliz tenía pruebas concretas. Él los pilló en la habitación de Taehyung, perdidos en los labios del otro sin notar su presencia en el umbral de la puerta. Después los halló durmiendo en la misma cama; un Jungkook sin camiseta rodeaba la cintura del mayor, quien vestía una prenda blanca perteneciente al deportista. Sin contar que en cada reunión familiar que los Kim hacían, no faltaría la presencia cómoda de Jungkook.

Populars Don't Fall In Love » kookvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora