Nothing Like Us

Capitulo 6.

Una vez que Jungkook estuvo más tranquilo sabiendo que obtendría no sólo la ayuda de su padre, sino también la de Namjoon, ambos alfas mayores lo mandaron a darse un baño para que se relajara e intentara despejar un poco su mente.

Lo intentó, por supuesto que sí,  intentó despejarse pero no podía, no cuando la carita llena de lágrimas de su pequeñito hacia acto de presencia en su mente cada vez que se disponía a cerrar un poco los ojos.

Lo necesitaba y lo quería lo más pronto posible con él, pero tenía claro que no sería nada fácil, lo había lastimado y se sentía la peor persona del mundo por haberle provocado tanto dolor a su niño, si tan sólo hubiera hablado con la verdad desde el principio podría haberse evitado demasiado sufrimiento, tanto para él como para su lobito destinado, pero ya de nada le servía lamentarse.

Saliendo de su larga ducha se dirigió a la sala de su departamento en la cual se encontraban Namjoon, Yoongi y su papá, este último con un par de bolsas en las que se encontraban todas las cosas destruidas por él mismo. Lo único que pudo hacer fue darle a su papá una mirada de arrepentimiento.

Jk: Lo siento, era la única forma que tenía de sacar todo lo que sentía -murmuró sin ver a su padre-

El alfa mayor se acercó y abrazó a su cachorro por los hombros demostrándole su apoyo.

Jb: Tranquilo cachorro, entiendo, está bien? -dijo dandole una mirada tranquilizadora- ahora, necesito que me expliques, que nos expliques a los tres cómo fue que llegaste a esto.

Jungkook soltó un pesado suspiro, observando a su papá y posteriormente a las otras dos personas que se encontraban frente a él.

Jk: De acuerdo -suspiro- todo comenzó, como ya saben hace 6 meses, cuando recién volvimos aquí a Corea -comenzó a relatar- justo ese día apenas aterrizamos tú recibiste un mensaje de parte de tu mejor amigo, el señor Namjoon, en el cual nos daba la bienvenida nuevamente y nos invitaba a una cena -dijo dirigiéndose a su padre- esa misma noche cuando llegamos a la casa de los señores Kim y vi a Tae, dios, te juro que jamás en mi vida me había sentido como me sentí cuando lo ví a él, su cabellito castaño, sus ojitos, todo de él me fascinó y fue sólo cuestión de segundos para que mi lobo me dijera que él era nuestro destinado. Justo en ese instante fui la persona más feliz del mundo y comencé de inmediato a idear un plan para comenzar a cortejarlo. Esa misma noche, después de que llegamos a casa le llamé a Hobi para contarle lo ocurrido y fue entonces cuando me dijo algo que me dejó realmente confundido.