Melodías

Melodía uno

Hace unos años en la era mitología dónde los dioses tenían hijos a lo descarado, pero solo nos enfocaremos en uno de los hijos de Hobie y Pavitr, su nombre era Peter, pero le decían "Noir", pero, ¿Quién era Noir?, Noir hijo del dios Hobie dios de las artes y el sol junto con una ninfa cuyo nombre olvidado una de sus tantas amantes.

Noir semi dios de las artes debido a que a su corta edad su padre le enseño tocar la lira mientras que su madre no quererlo decide irse dejando al dios Hobie solamente con su hijo, Hobie no le tomo importancia y decidió cuidar al pequeño con uno de sus tantos amantes, ese amante le robó su corazón que prometió estar para siempre con él, su nombre era Pavitr.

Tanto como Pavitr y Hobie cuidaron de aquel pequeño bebé, los años pasaron y ese bebé creció y se convirtió en un joven demasiado apuesto. Su tez pálida y sus cabellos negros cuál noche sus ojos negros, Noir era muy particular su belleza era digna de los dioses.

También tenía un talento digno como su padre la cual era la lira, Noir amaba mucho la música que componía sus canciones, muchas melodías fueron escritas que lastimosamente solamente una se conservó.

Noir obviamente se acotaba con muchos hombres y mujeres al igual que su padre, algo malo tenía que sacar de su padre ya sería demasiado perfecto si no sacará algo malo, pero había un pequeño detalle cuando se acotaba con una persona diferente no sentía amor, Noir se frustraba él quería amar y ser amado, lamentablemente no era así.

Noir devastado tocaba su lira una melodía llena de anhelo y amor lo que no sabía era que un chico considerado Ninfa llegaría a escuchar aquella Melodía.

Miguel es un chico muy particular, ya que era la primera ninfa masculina, Miguel no se sentía tan orgulloso de eso debido a que era muy cotizado e incluso lo han intentado secuestrar por esos motivos no creía en el amor.

Miguel anhelaba un amor correspondido y fuerte, siempre rezaba a Afrodita por ese amor, pero Afrodita estaba celosa por su belleza que jamás se lo concedía.

Miguel se había cansado de rogarle a Afrodita por lo que decidió no enamorarse, un día estaba caminando por el largo y misterioso bosque cuando escucho una melodía al principio Miguel decidió ignorar aquella melodía, pero algo en su interior le decía que fuera como si cupido le daría la oportunidad de algo.

Cuando observo como un joven de cabellos azabaches y su piel pálida tocando una lira de color plata, la belleza de aquel joven lo cautivo. Miguel estaba tan entretenido que no se dio cuenta como Noir lo observaba cautivado, Miguel seguía disfrutando aquella melodía al punto que cerró sus ojos, solo se dejaba llevar por aquella canción.

El semi dios dejó de tocar para mirar aquel joven, Noir lo miraba como una maravilla, su piel bronceada, sus cabellos cafés, Noir no podría describir bien al joven porque era muy perfecto.

Miguel al observar como Noir dejo de tocar la lira, trata de escapar, estaba avergonzado, pero no podía alguien le había tomándolo de su muñeca era nada más y nada menos que Noir.

-Lamento mucho escucharte mientras tú no me veías, fue grosero de mi parte-El chico de cabellos cafés se veía bastante avergonzado cuando su carácter no era así, Miguel estaba confundido.
-Tranquilo no pasa nada y agradezco mucho que disfrutes mi melodía-Noir sonrió ante aquel chico, Noir quería conocerlo más.
-¿Cómo te llamas?-Miguel fue el primero en preguntar su nombre cosa que Noir no se pudo negar en contestar.
-Me llamo Peter, pero me gusta mucho que me digan Noir.-Miguel sonríe levemente, ya qué la sonrisa del chico contrario era muy hermosa.
-Mucho gusto Noir soy Miguel-Noir se emocionó.

Después de aquello un silencio reino, pero no era un silencio incómodo al contrario era un silencio demasiado tranquilo, hasta que Noir empezó a tocar la lira de nuevo, creando una melodía donde los dos chicos disfrutan de esa melodía.

Las horas pasaban hasta que lastimosamente Miguel tenía que irse, Noir estaba triste, pero se hicieron una promesa verse otra vez, promesa que se cumpliría.

Noir se fue en un camino y Miguel en otro no se querían separar, pero lastimosamente tenían que hacerlo, Miguel tenía que regresar con las otras ninfas cosa que le incomodaba debido a que ellas rechazaban a Miguel al ser el único que es una ninfa masculina las ninfas hembras lo aborrecían.

Por otro lado, Noir regresaba con su padre Hobie debido a que necesitaba consejos para poder conquistar aquel chico, cuando llegó Hobie estaba confundido al ver cómo le pedía consejos para enamorar a alguien.

Pavitr estaba maravillado su hijo estaba pidiendo consejos las cuales le diría, Noir escuchaba atentamente a su segundo padre, Noir se daría cuenta de algo su papá Pavitr saba mejores consejos que su papá Hobie cosa que le daba ironía, ya que Hobie había dado el primer paso.

Noir tomaba en su mente notas para conquistar aquel hermoso chico de nombre Miguel, al parecer cupido ya lo había flechado y eso le gustaba mucho quería amar y sentirse amado.

𝐿𝒶𝓈𝓉𝒾𝓂𝒶 𝓆𝓊𝑒 𝑒𝓁 𝒹𝑒𝓈𝓉𝒾𝓃𝑜 𝓉𝑒𝓃í𝒶 𝒶𝓁𝑔𝑜 𝓅𝑒𝓃𝓈𝒶𝒹𝑜 𝒹ó𝓃𝒹𝑒 𝓈𝑒𝓇í𝒶 𝒹𝑜𝓁𝑜𝓇𝑜𝓈𝑜 𝓅𝒶𝓇𝒶 𝒶𝓂𝒷𝑜𝓈 𝒶𝓂𝒶𝓃𝓉𝑒𝓈.

Mientras tanto Miguel ignoraba las cosas que le decían las ninfas estaba cansado de escucharlas, Miguel era tan hermoso que las otras ninfas solían envidiarlo tanto era su envidia que empezaban a jalarle el cabello, pellizcarlo entre otras cosas.

El moreno estaba arco y decide alejarse de ellas, las ninfas pensaban que Miguel era raro les contaba nada, pero cuando Miguel quería contarles algo ellas las interrumpían cosa que a Miguel le molestaba, ¿Por qué esperar a ser escuchado cuando nadie le prestaba atención?, Decidió ya no contarles nada a aquellas ninfas, pero a los animales le contaba todo, ya que ellos les prestaba atención cosa que le alegraba.

𝓓𝓸𝓼 𝓮𝓷𝓪𝓶𝓸𝓻𝓪𝓭𝓸𝓼 𝓬𝓸𝓷 𝓾𝓷 𝓭𝓮𝓼𝓽𝓲𝓷𝓸 𝓽𝓻á𝓰𝓲𝓬𝓸, ¿𝓛𝓸𝓰𝓻𝓪𝓻á𝓷 𝓼𝓸𝓫𝓻𝓮𝓹𝓪𝓼𝓪𝓻 𝓬𝓸𝓷 𝓪𝓺𝓾𝓮𝓵 𝓭𝓮𝓼𝓽𝓲𝓷𝓸 𝓽𝓪𝓷 𝓬𝓻𝓾𝓮𝓵?