14. LA CONFRONTACIÓN

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ELLIE HABÍA TERMINADO DE BAÑARSE, agradeciendo a Joel por la muda de ropa que había conseguido.
Luego de aquel momento, ninguno de los tres dijo nada, no había necesidad, sintiéndose algo tan íntimo como especial. Y eso le agradaba a la menor.

— ¿Estás lista? — preguntó Olivia con una sonrisa mientras entraba a la habitación, Ellie asintió con una sonrisa — ¿Puedo? — esta la miró confundida mientras la rubia la tomaba del brazo y sentaba en la cama.

Con sumo cuidado, Olivia cepillaba su cabello.
La rubia sonrió al ver la facilidad con la que el cepillo se paseaba entre sus cabellos, recordando las múltiples veces en las que se armaba una guerra con Sarah porque detestaba que la peinaran pero al final del día, siempre corría hacia Olivia para dejarse peinar, hasta que la chica creció y se volvió autosuficiente.

—¿En qué tanto piensas? — mencionó Ellie, luego de notar el extraño silencio de la rubia, en especial, cuando esta siempre tenía algo para decir.

Olivia salió de aquella burbuja mientras se posicionaba al frente de Ellie e inspeccionaba su cabello.

— En el pasado, preciosa — comentó, acomodando los diversos mechones de cabello.

— ¿En las mariposas? — preguntó esta, tomándola por sorpresa — Lo siento, Tess me comentó un poco sobre lo que sucedió y escuché sin querer una conversación entre Joel y tú.

Olivia rió mientras acariciaba el rostro de Ellie, al ver la evidente vergüenza en sus mejillas.

— Eres muy diferente a Joel, me sorprende que estuvieran casados antes de toda esta mierda — aquello le hizo reír.

— Bueno, a veces la vida te puede sorprender, ¿no crees? — preguntó mientras terminaba de acomodar su cabello en una coleta. Ellie sonrió, tomando desprevenida a Olivia, al envolver sus brazos a su alrededor.
La rubia no pudo evitar sonreír y corresponderle. Y, por primera vez, Ellie se sintió a salvo. Aquello le agradaba.
Al fin y al cabo, Ellie nunca pudo sentir el amor de su madre y Olivia había olvidado lo que era sentir el amor cuando perdió a sus hijos.

Joel miraba todo desde el umbral de la puerta, no podía evitar sentir algo extraño en su interior ante la escena. Y tan pronto cayó en cuenta, el miedo se instaló en su sistema al pensar que Ellie podía suplantar a sus mariposas. Se rehusaba a ello, y como consecuencia, siempre la mantenía lejos.

Olivia pudo escuchar pasos alejarse con tanta rapidez que la madera crujió.
Esta se separó de Ellie antes de mirarla.

— Termina de empacar lo necesario, ¿sí?. Ahora regreso — comentó la rubia antes de plantar un beso en la frente de la menor y salir del lugar.

Podía sentir el nerviosismo recorrer su cuerpo mientras sus piernas la guiaban al punto.

Joel — murmuró al verlo recolectar algunos víveres.

METAMORPHOSIS | JOEL MILLERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora