La Antología Damianya 2 - Semana Damianya 2023

Capítulo 5: El secreto atrás de su sonrisa (Borracho)

No hay mejor manera que festejar el fin de los exámenes parciales, que con una buena fiesta privada.

Aunque era algo común en los estudiantes dormir hasta tarde después de haber estado leyendo un montón de libros durante la semana, había algunos que lo único que querían hacer era quitarse el estrés saliendo al aire libre o haciendo alguna actividad recreativa. Becky era una de estas personas que buscaba diversión. Cuando le dijo a Anya que quería tener una fiesta con ella, ella estuvo emocionada de su plan y decidió acompañarla.

Grande fue la sorpresa de ambas cuando Emile tuvo esa idea también y les preguntó sobre si querían hacer una fiesta combinada entre ambos grupos. Ellas dos, y él junto con Damián y Ewen. Probablemente, si esto hubiera sido algo que dijeran cuando estaban en sus primeros años de Eden, se sacarían la lengua e iniciarían a discutir del porque las niñas no se relacionan con los niños.

Pero ya en sus últimos años y siendo mayores, esta oferta fue aceptada casi al instante y con emoción.

Su vinculo había crecido exponencialmente. Aunque aún eran grupos que se distanciaban por gustos, había veces donde ambos se unían para una misma causa; en este caso, querían más gente para poder tener más diversión. No iban a desperdiciar los primeros días de vacaciones con algo aburrido. Iban a divertirse esa noche sin importar lo que pasara. Y todos habían quedado de acuerdo en hacer una pequeña celebración en la casa de Damián.

Ahora Damián estaba ahí, viendo como sus amigos llegaban a casa y teniendo cuidado de que no rompan nada importante. El chico no sabía porque había aceptado el uso de su casa para esa fiesta que tenían en mente. Mayormente solo permitía usar su hogar para razones de estudio o para jugar futbol con Emile y Ewen. Siempre tenía el miedo que, si invitaba gente a su hogar por razones de diversión, ellos podían causar un desastre total y él terminaría regañado por traer a personas que no tenían una buena educación. Era la primera vez que invitaba a personas para una fiesta. Por un momento, él quería que todos tuvieran sueño temprano y se fueran a sus casas para evitar tener algún problema con sus padres, claro, si es que le importaban el hecho que su hijo había traído a sus amigos a su casa.

Sin embargo, esos pensamientos cambiaron tras ver a su amiga de cabello rosa de una forma... diferente.

Anya no tenía el mejor estilo de ropa, pero esta vez, se había lucido en la forma del como estaba presentada. Unos aretes en forma de kunai adoraban sus orejas, mientras vestía un lujoso vestido rosa parecido a los que vestía su madre en fiestas importantes. Lucía unos zapatos brillantes al estilo de Cenicienta, con su figura luciendo más atractiva que de costumbre. O Becky le había dado recomendaciones de ropa elegante, o su madre había sido la que la ayudó a vestirse.

"¿Lord Damián? ¿Pasó algo?" Ewen vio como su amigo no desviaba la mirada de Anya. Este se había quedado impresionado por como vestía Anya.

Damián volteó unos segundos después, volviendo a la realidad y buscando una respuesta rápida a la pregunta de Ewen.

"No nada. Solo me quede pensando en algo personal."

Ya en casa de Damián, todos los cinco estudiantes se ubicaron primero en la mesa. Antes de hacer todo lo que tenían planeado, Damián sabía que necesitaban energías nocturnas, y una buena cena era lo debían tener primero. Todos se ubicaron en sus asientos, con Damián estando en la punta de la mesa. Jeeves se encargó de que todos tuvieran cubiertos y platos listos para el festín que iba a llegar en unos minutos.

Y entre los preparativos, hubo un detalle especial que iban a conocer los jóvenes esa noche. Jeeves les dio cinco copas de vino a todos, servidos a la perfección y dejando la botella en caso ellos quisieran probar más.