La mayor parte del tiempo me dedicaba a pensar, no era un gran pensador, ni un filósofo, ni siquiera podría calificarme a mi persona como alguien algo inteligente, pero la sensación de olvidarme de la vida que arrastraba mi cuerpo sin rumbo aparente.
Esos momentos en babia que dedicaba a cuestiones tan revolucionarias como el debate interno entre el pan de molde o una barra de pan normal para cenar, los solía pasar en lo que con el paso de los años y gracias a la película Click, denominé como el modo automático, esos momentos en los que la tarea es tan simple como andar o doblar la ropa, si daba la casualidad de que me ponía a pensar me quedaba completamente ido, continuando la tarea pero en otro plano totalmente diferente.
Para que me vayáis conociendo, tengo déficit de atención y divago mucho, la mayor parte de lo que divago no sobrevive a la imparable tecla de retroceso, pero ya os digo que cada párrafo debería de ser el doble de grande si no me controlara.
Volviendo al tema, estaba pensando en la tontería más grande que te puedas imaginar, la rana Gustavo montando en moto con Elmo en el sidecar por ejemplo, y me perdí en mi propio barrio, cosa que parece de tontos porque llevaba viviendo ahí 5 años, pero os recuerdo que en mi la inteligencia brilla por su ausencia. Las calles por las que estaba caminando se parecían a otras que conocía pero no llegaban a ser iguales, había un edificio de color azul cuandon en el barrio siempre eran blancos y rojos, o de repente cuando creía que sabís donde estaba, la calle era peatonal. Me sentía como si un camión me hubiese atropellado, perdido, desorientado, y el sentimiento de claustrofobia que siempre le había reído a mi hermano, se volvió cada vez más fuerte hasta que mi cerebro desconectó. No lo sabía aún porque iba en babia la mitad del trayecto, pero el camino de vuelta a casa se me iba a hacer mucho más largo de lo que había imaginado.
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Mi Peor Verano
FantasySi encuentras este diario puedes pensar una de dos, o que tengo la capacidad literaria de un niño de tres años, o que estoy fatal de la cabeza, mi consejo sincero es que si no te gusta te jodes y lo terminas, que para procrastinador ya estoy yo.