━━ THE LAST OF US'
Tal vez aquel hombre tuviera razón en que ese mundo no es para niños, o tal vez ella no debió salir fuera esa noche. Pero eso es lo menos importante ahora; pues una vez sales de la zona segura, solo puedes concentrarte en tu propi...
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──Scarlett. Scarlett... ──murmuró Sarah asustada, parada frente a la mujer, quien se había quedado dormida en el sillón de la sala de la casa de los Miller.
Joel no quiso dejar a Sarah sola a tan altas horas de la noche, así que le pidió a la pelinegra para cuidar de su pequeña. Esos adultos tienen una buena relación desde pequeños, y Miller pensó que Scarlett era la mejor opción para hacer de niñera para Sarah, quien ahora movía a la mujer con sus dos manos para hacerla despertar.
──Eh, peque... ¿Qué haces despierta? ──preguntó Scarlett con un tono suave, mirando el cielo oscuro a través de la ventana y resfregando sus ojos mientras pasaba a sentarse en el sillón.
──Mi papá. ¿Dónde está? ──preguntó la niña, con su voz temblorosa.
──¿No volvió? Salió hace... ──desvió su mirada un momento hacia el reloj que había sobre el televisor, frunciendo su ceño al ver que ya eran las dos y media de la madrugada──. Tres horas.
──¿Dónde fue? ──preguntó Sarah lentamente, siendo su respiración cada vez más agitada.
──Fue por Tommy ──respondió con su mirada fija en el televisor, el que había dejado de tener señal hace tiempo──. Tuvo un problema en el bar, así qué Joel fue por él a la cárcel de Travis ──explicó, llevando su mirada hacia la niña y suavizando su tono al verla asustada.
El labio inferior de Sarah comenzó a temblar, mientras daba pasos lentos para aproximarse a los brazos de Scarlett en un intento de buscar algo de consuelo, a lo que la mujer cedió, hundiendo a la chica en su cuello y acariciando con una mano su espalda, la otra ocupada haciéndole cariño en el cabello.
──Está bien, peque. Tu papá no debe estar muy lejos ──notó cómo Sarah asentía lentamente, probablemente tratando de convencerse de aquella idea──. Descuida, seguro están bien.
Sarah se aferró a la mujer cuando escuchó un estruendo en los ventanales. Se había pasado todo el día viendo autos policiales y carros bomba recorrer las calles, algo que no era nada común, pero ese día se vieron demasiados, por alguna razón. La niña se armó de valor y volteó cuando Scarlett tomó su mano, poniendo a Sarah detrás de ella y bajando la guardia al ver que la causante de aquellos ruidos era Mercy, la mascota de los Adler.
Sarah se aproximó a la puerta, siendo acompañada por Scarlett, quien se encargó de deslizar y abrir el ventanal mientras la niña se agachaba frente al animal.
──Tranquila, pequeña ──dijo Sarah con un tono suave, acariciando el pelaje de Mercy──. ¿Qué hará aquí afuera? ──preguntó alzando su mirada hasta Scarlett.
