CAPITULO 1

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"cada mirada se convierte en un mensaje"

Me presento soy Liam Brown estudian te de la preparatoria del estado de Michigan, vivo en una casa mediana en un pequeño vecindario cerca de la ciudad de Detroit y de una zona de grandes edificios, me siento muy cansado por jugar a las doce de la noche

No debí desvelarme el día de ayer, me siento como después de hacer una rutina de ejercicio de tres horas, hoy tengo clases y la primera es a las ocho de la mañana, me toca tomar una ducha de agua caliente haber si hay agua caliente, después de la ducha voy a ver si hay pan tostado para hacer mi desayuno de las mañanas o un sándwich de queso quemado y por ultimo tomar el camión escolar de las 7:30, el chofer no espera ni un minuto por lo que tengo que ser muy rápido. 

- agua fría por qué?- tengo que lidiar con esto todos los días, siempre me toca ser el último en bañarme.

Con una gran sonrisa tome mi desayuno y la elección fue un sándwich con queso dorado como
diría yo muy dorado.

El autobús debería de llegar en cinco minutos y me estoy apresurando para comer, si me deja yo tendría que correr ya que mi bicicleta se la preste a mi hermano y él está hasta el otro lado de la ciudad, a tiempo para abordar el autobús ha llegado.

-sube abordo- dijo James quien se encarga de conducir el camión escolar.

- ¿Qué tal va todo? – pregunte chocando los cinco con James.

-todo tranquilo hermano, son tantos alumnos abordo- dijo cerrando la puerta del autobús para dar paso a ir a la preparatoria.

El camión escolar es toda una fiesta, los chicos en sus asientos juegan barajas, otros platican, otros molestan al chico dormido del asiento de hasta atrás y otros solo van tranquilitos.

-Viejo ahora si te levantaste temprano- dijo Arnold mi amigo de banca y de baloncesto.

-me levante a buena hora, oye ese chico debe estar pasándola mal- el chico que va atrás de nosotros tiene demasiada crema pastelera en el rostro.

-bueno, pero ya se detuvieron- lo dejaron en paz.

- ¡freno! - grito James frenando el camión, todos saltamos levemente de nuestros asientos y se me cayó mi agua.

-oye ten te doy mi agua, suerte que no mojaste al chico de al lado- dijo George mi amigo y aliado en los concursos escolares.

-gracias, amigo oye por fin apareciste.

-tuve que desvelarme para hacer algunas tareas viejo, solo hago el deber- George es un chico muy cumplido y el listo del salón.

-próxima parada la escuela, suerte y tomen mucha agua, me espera un partido de tenis, suerte en las clases- dijo James

Pasaron las horas y tomamos unas tres clases continúas y obvio necesitamos un pequeño receso, se requiere después de estar tres horas sentados solo viendo anotaciones en un pizarrón.

Ethan fue el siguiente en unirse a nuestra conversación en la mesa de reuniones y chismes en la hora de receso.

-Viejo si solo pudiera decir una palabra es; sáquenme del salón!-dijo colocando su maleta encima de la mesa.

-oye, tenemos una gran charla siéntate- dijo Phineas. -es sobre el chico que se enfadó y le aventó una pelota de basquetbol al árbitro- añadió a la charla.

-soy todo oídos- dijo Arnold tomando su ensalada de frutas.

La mitad de nosotros jugamos en el equipo de baloncesto de la escuela, mientras que los demás está en el equipo de soccer.

Un amor a dos cuadrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora