Capítulo 512: ¿Por qué te importa el idiota?.

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Jacob la sostuvo cuidadosamente y le sirvió agua mientras le daba palmaditas en la espalda. La miró con preocupación y dijo: "Aquí, Emily. Bebe un poco de agua".

Deseaba sostener a Emily en sus brazos, pero temía que su entusiasmo pudiera sacar lo mejor de él y terminaría lastimándola. Habiendo pensado primero en su bienestar, decidió sentarse a su lado por ahora.

"Emily, ¿cómo te sientes? ¿Todavía estás mareada? ¿Tienes frío? ¿Tienes hambre?"

Preocupado, Jacob extendió la mano y le tocó la frente mientras hablaba, y descubrió que su fiebre había disminuido. Jacob dejó escapar un suspiro de alivio y dijo: "Llamaré al Sr. Descalzo para que te vigile".

Emily atrapó su mano y tiró de él justo cuando se levantó para irse, y ella dijo: "Estoy bien ahora. No tienes que molestarlo".

Al encontrar difícil entender lo que Emily estaba diciendo, Jacob tuvo que inclinarse hacia adelante porque su voz era muy débil. "Solo para mi tranquilidad, por favor, que venga y haga algunas pruebas. Es el mejor médico de la aldea".

"Pero solo quiero pasar un tiempo a solas contigo, ¿de acuerdo?" El cariño brillaba en sus ojos, y su sonrisa compensaba la palidez de su rostro.

¿Cómo podría Jacob rechazar a Emily? Con un poco de reticencia, se recostó y dijo: "Oh, está bien".

El calor se apoderó de los ojos de Emily mientras se apoyaba en su hombro. Sus largas pestañas temblaron al insistir: "Abrázame, Jacob, por favor".

Jacob se volvió hacia ella e inclinó la cabeza un poco para mirarla a los ojos, haciendo todo lo posible por controlar sus emociones y respondió: "No puedo".

"¿Por qué no?"

La sorpresa inundó su rostro. Emily habría creído su renuencia por su respuesta si él no le hubiera pedido descaradamente un beso antes. "Tengo miedo de lastimarte accidentalmente". Jacob le estaba diciendo la verdad.

El Sr. Descalzo le había dicho antes que no se arriesgara porque Emily estaba demasiado débil para soportar cualquier daño. Era como una muñeca de porcelana fina pero quebradiza. Incluso la más mínima brisa podría derribarla y romperla.

No importaba cuánto deseara tomarla en sus brazos, no podía arriesgarse.

Jacob se vuelve consciente y cauteloso cada vez que la toca.

"Vamos. Eso es un poco demasiado. ¿No te parece? ¿Cómo podría lastimarme tu abrazo?" Emily se rió y se inclinó para abrazarlo. Ella apoyó la cabeza sobre su pecho para escuchar el fuerte latido de su corazón.

"Tuve un sueño largo e inmersivo, pero no pude verte allí. Te extrañé mucho", dijo.

Las palabras de Emily calentaron su corazón y le dieron consuelo. Él la rodeó con sus largos brazos y le susurró: "Yo también te extrañé. No sabes lo asustada que estaba. Tenía tanto miedo que no ibas a despertarte nunca".

"No te haría eso". Emily dijo con determinación: "Nos acabamos de encontrar. ¿Cómo podría morir y dejarte en paz?"

Una expresión de horror apareció en el rostro de Jacob y presionó su dedo sobre sus labios y dijo: "No vuelvas a decir esa palabra".

"Bien. Prometo que nunca diré esas cosas, pero tú tampoco puedes".

Emily asintió con la cabeza y le sonrió. De repente, recordó algo y dijo: "No uses tu dedo para cubrir mi boca de nuevo".

Jacob no entendió lo que había querido decir y le preguntó: "¿Por qué?"

Emily besó su dedo y levantó la vista para devolverle la sonrisa. Como las ciruelas que florecen en invierno, su sonrisa podría calentar las noches más frías.

LOS BESOS DE JACOBDonde viven las historias. Descúbrelo ahora