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Después de sobrevivir a los eventos del Eden, Jong Woo no quiere nada más que regresar a Busan y seguir con su vida. Siente que se ha ganado un descanso después de la terrible experiencia por la que ac...
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El día después de que Jong Woo fuera dado de alta del hospital, los muertos se levantaron de sus tumbas.
Estaba bastante seguro de que los dos eventos no tenían ninguna relación, pero considerando el espectáculo de mierda en el que su vida se había convertido últimamente, honestamente no lo habría sorprendido si hubiera encontrado pruebas de lo contrario. Había sobrevivido al Eden solo para ser arrojado a un maldito apocalipsis zombie en el momento en que estaba listo para regresar y, presumiblemente, volver a aclimatarse a la sociedad después de su terrible experiencia.
Una sociedad que rápidamente se incendió y se convirtió en un caos desorganizado y lleno de pánico antes de que él hubiera tenido tiempo de reservar su boleto de regreso a Busan.
La situación era lo suficientemente irónica como para que Jong Woo se hubiera reído, si no hubiera estado tan enojado. Se suponía que estaba a salvo . Ya se había arrastrado fuera de un infierno, luchando con uñas y dientes, llegando a un desastre ensangrentado y golpeado, ¿y ahora tenía que lidiar con otro desastre?
La vida no era justa.
Especialmente porque aún no se había recuperado por completo. Si bien los moretones y rasguños se habían curado bien, todavía sentía una punzada de dolor en el costado si se movía demasiado rápido o se retorcía de manera incómoda. Y, lo que era peor, eran esos suaves y seductores susurros que resonaban dentro de su cabeza, imposibles de ahogar sin importar cuán fuerte tocara su música. A veces, incluso vislumbraba fantasmas muertos hacía mucho tiempo en su periferia.
Aunque, considerando el estado del mundo, en realidad podrían ser reales y no solo productos de su imaginación.
Después de todo, los muertos andaban mucho.
Jong Woo negó con la cabeza y se subió al capó de un automóvil cercano. Gimió bajo su peso, las suelas de sus zapatos dejaron hebillas en el metal, pero Jong Woo no le prestó atención. En cambio, dejó que su mirada recorriera el área, escaneando la calle desierta. Estaba lleno de autos abandonados, escombros de tiendas saqueadas y los restos triturados y en descomposición de las primeras desafortunadas víctimas que habían caído presa de los no-muertos.
El olor había molestado a Jong Woo al principio, arrastrando recuerdos aún crudos de pasillos claustrofóbicos y habitaciones sucias y abarrotadas, pero después de casi tres semanas de exposición casi diaria, se acostumbró.
O aprendió a ignorarlo, más bien.
Un par de cuervos se peleaban por un cadáver con forma vagamente humana a un par de metros de distancia, sus fuertes gritos sacudían la quietud antinatural que reinaba en la ciudad. Jong Woo todavía no estaba acostumbrado a que Seúl fuera tan silencioso y sin vida, la vista era inquietante y extrañamente fascinante. Sabía que todavía había mucha gente alrededor, era imposible evacuar a millones en cuestión de días, con un brote de zombis o no, pero la mayoría de ellos se habían atrincherado dentro de sus apartamentos o sótanos, esperando que pasara la tormenta.
