Capítulo 1.

175 10 8
                                    

Mi vida hasta ahora ha sido un desastre, (Sí lo ves desde el punto de vista de una persona organizada) es decir soy una chica para empezar bastante floja, aunque yo no lo veo de esa manera, para mi más bien es una forma de "Ahorrar energía".

Son las 6:15 am, y se supone que ya debo estar preparándome para asistir al colegio, pero mi cama se vuelve más cómoda mientras pasan los minutos y me es imposible querer levantarme, sobre todo porque tengo que llegar a escuchar maestros hablar y hablar de cosas a las que no les tomo ni el más mínimo interés (Excepto literatura y biología que son mis clases favoritas).

- ¡Charlotte, es hora de levantarte o llegarás tarde a la escuela!-

Se escuchan los gritos de mi madre resonando en el pasillo del segundo piso.

-¡Ya voy madre!-grito mientras doy un enorme bostezo.

Tengo exactamente quince minutos para prepararme (Mi salida diaria es a las 6:30). Mierda, cómo odio la escuela. Y más porque me tengo que levantar temprano, y odio tener que levantarme temprano, es muy molesto no puedo ni siquiera dormir las horas que debería, que por cierto para mí son 11.

-¡Charlotte, ya está listo tu licuado de plátano baja a tomarlo!-

-¡Madre, he dicho que ya voy!, sabes que no me gusta que me grites además tengo una gripe de los mil demonios que hace que me sienta sin ganas de nada.

-Pues no soy yo la que no ha querido ir al médico, así que no me culpes- Dice mi madre en tono quejumbroso mientras bajo las escaleras.

Me siento en el comedor a tomar mi licuado, y después de un rato volteo a ver el reloj.

-¡Rayos, son 6:28 perderé el autobús!- Digo con licuado al rededor de mis labios, lo limpio con una servilleta y tomo mi mochila lista para ir a la escuela.

-Es hora de irme madre, te veré después de la escuela. Te quiero.

-Yo también te quiero Charlotte, te cuidas mucho.

-Yo te quiero muchísimo más- Le digo mientras al mismo tiempo le doy un pequeño beso en su mejilla.

Abro la puerta, y salgo de casa para ir hacía la parada del autobús, que está justo en frente. Mientras camino, puedo ver mi reflejo en el cristal de un auto, y ¡Por dios! traigo unas ojeras que podrían verse desde China. Tendré que dormir más de ahora en adelante.

Volteo la vista hacía en frente, y es cuándo lo veo, es él. Es Jason.

-¡Charlotte, hola! Te he extrañado mucho, siento cómo si no te hubiera visto en semanas.

-Eres un exagerado, pues apenas me viste ayer ¿Qué ya no lo recuerdas?- Digo con voz risueña.

-Por supuesto que lo recuerdo, jamás olvidaría un día al lado de mi mejor amiga. Por cierto traes unas ojeras que podrían notarse a millones de kilómetros de aquí- Dice mirando mis inmensas ojetas, mientras deja salir una risa burlona.

-Cállate Jason, porque tú no te ves tan bien que digamos, parece que te ha explotado el boiler. Y lo sé soy más ojeras que persona.

-JAJAJAJA, ¿No pudiste pensar en algo mejor? Y no, no me explotó ningún boiler, es mi peinado cool, por sí no lo habías notado.

-¿Cool? Pffff, más bien para mí pareces un tonto.

-Pero así me amas, ¿O no?

-Para de decir babosadas, que ahí viene el autobús- Digo un poco sonrojada por su pregunta.

El autobús se estaciona a unos cinco pasos de nosotros.

- Pasa, chica de las ojeras- Dice Jason señalando que suba.

-Gracias chico del boiler, eres muy caballeroso-digo a más no poder aguantar la risa.

Subimos al autobús, nos dirigimos a la parte trasera y nos sentamos en unos de los asientos dobles de hasta atrás. Estando ya sentados empezamos a platicar de nuestros ligues, (o más bien de los suyos por que últimamente yo no he tenido ninguno).

-¿Así que Savannah eh?, ¿Cuándo me presentarás a esa chica que te gusta Jason?

-Cuando sea el momento adecuado Charlotte, es más todavía ni siquiera sabe que me gusta.

-¿Y qué esperas para decirle? Nadie se resistiría a un peinado cómo ese- Digo con sarcasmo

-Lo que pasa es que no creo que por ahora sea el momento indicado, ¡Por supuesto que no se resistiría, yo soy irresistible!- Los dos nos echamos a reír.

-Por cierto Charlotte, aún no me has contado sobre ningún chico, ¿O a caso es que no te gusta ninguno?, vamos soy tu mejor amigo y puedes contarme, de mi boca ten por seguro que no saldrá absolutamente nada.

-¿Los personajes de mis libros cuentan? Mierda, soy una forever alone- Digo mientras contengo mi risa-

-Creo que eso a querido decir que no te gusta ninguno. No te culpo, yo siempre me enamoro de "Los personajes" de mis revistas, son los que siempre me acompañan cuándo me siento solo.

-¡Eres un cerdo! Yo hablaba de novelas, no de tus revistas pornográficas

-¿Cerdo yo? Yo ni siquiera he dicho nada acerca de las revistas pornográficas, tú fuiste la mal pensada.

-Pero fué tu culpa que pensara de esa manera, no específicaste que tipo de revistas- Digo casi muriéndome a causa de la risa.

-Eres una pervertida.

-Y tú eres un tonto- Digo mirándolo a los ojos.

-Tus ojos, son hermosos- Dice sin retirarme la mirada.

-¿Por qué lo dices?- Digo sin que se me ocurriera otra cosa mejor que decir.

-Porque lo son, me gusta su color, me gusta lo que transmiten, me gusta por cómo se ven con el reflejo del sol y no lo sé. Son simplemente preciosos.

-Ya para de cursilerías, hemos llegado a la escuela- Digo exageradamente sonrojada por lo que acaba de decirme.

NOTA: Mañana subiré el segundo capítulo, aún no tengo planeado que días subiré nuevos capítulos. Así que les avisaré después. Gracias por leer "Crush". :)

CrushDonde viven las historias. Descúbrelo ahora