Lisa estaba en negación. Era buena en eso, obligándose a olvidar la realidad que no quería enfrentar. Lo hizo después de que ella e Irene se separaron y vivió su vida en la seguridad de su propia versión de la verdad.
Era algo que había estado haciendo nuevamente durante las últimas semanas, entrando en la rutina de agotarse solo para evitar pensar en cierta morena con ojos felinos. Un hábito malsano que la salvó de ahogarse bajo sus propios pensamientos desbordados.
No quería admitir que era su culpa, que su brusquedad hacía que su vida pareciera un poco difícil. Pero cada vez que miraba hacia el dormitorio de invitados vacío y la cocina sin vida, Lisa no podía evitar sentirse culpable cada vez que su mente regresaba a los días en que Jennie todavía estaba allí. E hizo que el corazón de Lisa se derrumbara un poco. En ausencia de Jennie, su rutina diaria había cambiado.
El desayuno saludable y las cenas elegantes se convirtieron en un brunch muy poco saludable que consiste principalmente en productos enlatados, un trozo de pan y un poco de jugo que había estado en su refrigerador durante mucho tiempo. Era como si Lisa hubiera vuelto al punto de partida, donde todo era un caos y ella estaba perdida de nuevo.
El tiempo también se movía rápido y tal vez era porque Lisa siempre había estado dormida o si no, trotando hasta que el cansancio la hizo dormir. Era un mecanismo de supervivencia que Jisoo no aprobaría. Pero la doctora y su hermanastra estaban demasiado ocupadas para planear su boda como para controlarla constantemente. Aunque Chaeyoung llamó casi todos los días, fue solo por un minuto o dos, probablemente para ver si todavía estaba viva y respirando.
La tranquilidad de su apartamento podría volverla loca y los silbidos y maullidos constantes de Leo eran demasiado molestos, por lo que Lisa se encontraba caminando por el parque, admirando la vista y perdiéndose en la frescura de la naturaleza. Ji-eun también venía a verla la mayor parte del tiempo, pero las cosas con ellos parecían ser un poco diferentes desde la confrontación con Jennie. Ji-eun todavía se reía y hacía bromas, pero sus miradas y movimientos eran un poco distantes. Se suponía que iba a entristecer a Lisa, pero en realidad estaba bastante aliviada. Eventualmente, Ji-eun también dejó de venir, pero aun así se las arreglaba para llamar a Lisa de vez en cuando, lo que la rubia apreciaba mucho.
Las siguientes semanas de febrero fueron un poco frenéticas no solo para Chaeyoung y Jisoo, sino también para Lisa, ya que su hermanastra la nombró dama de honor y, por eso, también fue designada para hacer algunas cosas nupciales, como ayudar a Chaeyoung a elegir las flores perfectas e incluso ayudar a decidir qué lencería era perfecta para la luna de miel de su hermanastra. Aunque fue agotador y tedioso, hizo que Lisa se concentrara en cosas diferentes en lugar de sus propios pensamientos hiperactivos. Lo único que no le gustaba de ser dama de honor era que prácticamente se veía obligada a ayudarlos a elegir el pastel perfecto. Y al hacer eso, Lisa se encontró cara a cara con alguien que no esperaba.
"¿Por qué no me dijiste?" Un siseo escapó de los labios de Lisa mientras arrastraba a su hermanastra a un lado, lejos de todos los que estaban ocupados probando diferentes variedades de comida en la cocina.
"Se me olvidó, Lis". Chaeyoung respondió. "Y no es gran cosa, a Jennie le parece bien que estés aquí". Lisa quería argumentar que no estaba de acuerdo con eso. De nada. Pero se recordó a sí misma que estaba allí para apoyar a Chaeyoung, quien también la había estado apoyando constantemente desde entonces, por lo que Lisa solo pudo obligarse a sí misma a sonreír y ser lo suficientemente valiente como para enfrentar a la mujer con la que literalmente había estado soñando durante las últimas semanas.
