La Casa [ fanfic ]

seis

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El stream de ese día iba a ser jugando beerpong, pero primero iban a abrir pelotudeces que Spreen se había comprado en Madrid cuando salieron a pasear, que Lara y Carre se habían quedado porque la chica no podía sacarse al más bajo de encima, demasiado cómodo para salir a cagarse de calor, según él.

Lara no quería ni entrar a Twitter después de la foto que subió. Si bien casi no tenía amigos en su cuenta privada, había gente que la había empezado a seguir desde antes de ponerla en privado (como Roier, por ejemplo, quien era sumo fan de ella antes de conocerla. Y al igual que muchos de sus seguidores). Habían alcanzado a resubirla por todos lados y la imagen había llegado hasta Facebook en menos de veinte minutos (su hermano le había mandado unos cuantos mensajes, que decidió ignorar por su propio bien). Cómo le gustaba el chusmerío a la gente.

Y se pusieron aún más intensos con el tweet de la cuenta privada de Spreen. Lara no había podido preguntarle, ya que llegaron con lo justo para prender el stream a la hora que habían previsto. Sin embargo, estaba... confundida, respecto a porqué él había publicado eso. Si su único pensamiento llegaba a estar en lo cierto, quiso sonreír con diversión e ironía.

—It's fine... to fake it 'til you make, 'til you do. 'til it's true —tarareo suavemente ella en un susurro.

—Mami, el vocero soy yo —cantó Spreen, que estaba parado detrás de la silla donde estaba sentada la chica, mientras Unicornio sacaba boludeces que habían comprado, agachándose para gritarle en el oído.

—Ya saben quién, ya saben quién —coreó Lara, sonriendo con diversión, siguiéndole el tema y sacudiendo la cabeza.

—¿Ustedes vieron eso, no? —preguntó Carre, con una risa llena de confusión, señalando con su dedo pulgar a Spreen y Lara.

—¿El qué? —preguntó Uni con el ceño fruncido, levantando la vista de la bolsa en sus manos.

—Lara no tiene punto medio —se rio el más bajo, otra vez—. Estaba cantando en inglés, re tranquilita, y saltó con Spreen cantando Trueno.

Spreen soltó una carcajada, murmurando un "mal". Lara sonrió con vergüenza sin saber qué decir, y Carre se tiró sobre el apoyabrazos de su silla para abrazarla.

—Dios, te quiero tanto —dijo, haciendo que Lara hiciera puchero y le devolviera el abrazo.

Unicornio soltó una carcajada de repente y justo después Lara vio que la gente del chat empezó a escribir el nombre de Spreen repetidas veces, con signos de exclamación, de pregunta, en mayúsculas y hasta con sílabas alargadas. Lara, Carre y El Mariana no entendían nada, mirándose los unos a los otros con caras llenas de confusión. Spreen se rio con un nerviosismo que hasta se palpaba en el aire.

—Bueno, vamo' a jugar.

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Nada salió bien.

Lara ni había jugado al beerpong y nadie entendía cómo había sido la que más había tomado shots de vodka. Y encima, después, se clavó una botella más con Spreen en la terraza.

Abrió los ojos con rapidez al recordarlo. Apenas se había despertado. Se alteró cuando lo primero que vio fue el cielo azul, incorporándose con sus codos y a su paso escuchando un ruido seco.

—La puta madre —gruñó alguien, al que Lara reconoció como Spreen, en el suelo, boca arriba, con los ojos cerrados y bajándose la gorra a éstos para evitar que la luz siguiera dándole en la cara. Seguía vestido igual que en el stream de la noche anterior.

—¿Qué poronga hacés en el suelo? —preguntó Lara, con la voz ronca. Tosió un poco y su cabeza dio una punzada que la hizo fruncir la cara con una mueca de dolor.