Cefeida

¿Mutuo?

No pasó nada remarcable desde ese día, hasta que llegó mi cumpleaños. Con obviedad le hice llegar la invitación.

Cuando todos los invitados llegaron a mi casa, la atmósfera se volvió incomoda... Era muy extraño.

Se me iluminó la mente y empecé a joder con una pequeña pelota de basket qué tenía, como niños pequeños empezamos a jugar con la pelota (menos las chicas obviamente). Tan así que decidimos salir de la casa para tener más espacio.

Después de un rato de jugar nos calmamos todos y nos dividimos en unas especies de grupos.

A mi amigo se le ocurrió la mejor (o peor) idea de su vida, pensó en decirle a ella que si me daba en beso le regalaba un paquete de gomitas (me vendió por tan poco).

Yo locamente enamorado accedí instantáneamente. Solo imaginar el sabor de sus suaves labios me emocionaba...

Mi amigo nos llevó a un lugar más privado y le comentó sobre la oferta. A lo que ella contestó mirándome y diciendo "¿Te dejas?".

Intenté mostrarme con un poco de desinterés simplemente diciendo "bueno" aunque realmente mi corazón iba más rápido que un Bugatti Veyron.

Entonces se acercó a mi, se veía incluso más hermosa de cerca... Se acentuaron todos sus rasgos. No podía dejar de mirar sus ojos... Esos ojos que me causaron desvelos.

El instante en que nuestros labios se juntaron fue todo para mi. Era el nirvana para los Budistas... Simplemente el apogeo de mi felicidad.

Aunque el beso haya durado 1 segundo para mi se sintió como una eternidad. Viví varias vidas mientras acariciaba sus dulces labios.

Cuando acabó el beso mi amigo dijo que íbamos a comprar las gomitas, en cuanto giramos la esquina empecé a correr... Rebosaba de felicidad. Mi sonrisa casi llenaba toda mi cara.

Compramos las gomitas y inmediatamente regresamos para entregárselas.

Ya estaba tarde y se tenía que ir, acepté acompañarla hasta donde la recogerían sus padres.

En el camino, caminábamos abrazados hablando o eso hacia mi subconsciente dado que mi mente estaba rogando por otro beso. Sin saberlo me había vuelto adicto.

Y en un impulso tome su rostro y la besé, se sintió igual o mejor que el primero.

Dios mio. Esta chica me tiene loco. Pensé

Luego sus padres llegaron por ella, me despedí y caminé sonriendo a mi casa.

En cuanto llegue lo primero que hice fue escuchar canciones románticas mientras recordaba el momento. Si... Me había enamorado.

Dormí como un bebé esa noche.