Una tarde tranquila.
Roier, Quackity y Spreen en casa del último los tres recostados en la misma cama viendo una película en el celular de alguno.Salieron temprano de la preparatoria, Quackity en segundo grado, Roier y Spreen en cuarto. Rápidamente se hicieron muy buenos amigos.
Al menos eso pensaba en castaño sin darse cuenta del ambiente que rodeaba a sus dos amigos, se sentía un tanto excluido al ver cómo cuchicheaban entre ellos volteando a verlo y riendo. Había algo que no le querían decir y le dolía un poco, saber que no existía confianza al menos con el.
Aquella tarde después de dos horas de ver aquella película que el ya había visto Quackity les dio la espalda recostándose de lado abrazando una almohada, quedando rápidamente dormido por el cansancio de los exámenes de esos días.
-Si se quedó dormido wey- menciono sorprendido al ver al otro mexicano.
-Ese chavon no aguanta nada- comento el argentino -si se quería dormir se hubiera ido a su casa y no hubiera estorbado aqui- solto como susurro que aún así fue escuchado por el mexicano por la cercanía y el hecho de que todo estaba en completo silencio.
-Bueno pues ni modo, hay que seguir viendo la película- Y saco su teléfono dando "play" pero no duró mucho hasta que se le fue el internet quitando la película. -Chingada madre-
-Que internet de mierda que tenés-susurró burlón.
-Callate- E intento volverlo a poner -Nomames no carga nada- se quedaron en silencio.
-Y si nos besamos?...-
-...-
-...-
-Va pues-
-Que?-
-Zo kahskaj- intento aligerar el ambiente agradeciendo que su cuarto era lo suficiente oscuro para ocultar su nerviosisimo -O te da miedo?- Sonrió de lado para empezarse a acercar al argentino.
-Una poronga me da miedo- Respondió un poco asustado, no sabía si Roier era capaz de hacerlo pues nunca había aceptado de verdad una broma así
-Pues espero no asustarte con la mía-
Estando lo suficiente cerca para sentir su respiración. Se mantuvieron así un momento esperando que alguno diera el siguiente paso. Estaba nervioso y sonrojado, le sudaban las manos y su corazón no paraba de latir. Roier le gustaba mucho desde hace tiempo y Quackity era el único que sabía pero no ayudaba en nada.
Sintió sus labios acercarse, ansioso termino por querer juntarlos, cosa que no logro por qué justo Roier decidió que era un excelente momento para alejarse.
-Ey, te puse nervioso- y así empezó a reírse del argentino viendo su notable rostro enojado -¿O que?¿Si querías el besito osito?
-Si- y fue suficiente para abalanzarse sobre Roier tomando sus labios de forma brusca. Estaba enojado por ilusionarlo hace un momento pero no se iba a dejar.
Roier estaba sorprendido y sonrojado, no se esperaba aquel movimiento tan repentino pero termino por seguir el beso y tomar a Spreen por el cuello acercándolo más, quería más, sentirlo más cerca pero no podía explicar por qué.
Sintio las manos del pelinegro pasar por su torzo tocando cada parte de el sin omitir ninguna parte. Paseaba sus manos por encima de su ropa pero igual podía sentir que toda su piel ardía.
-I-Ivan, espera- dijo en un suspiro ahogado por el mar de emociones que sentía en aquel momento. Deseaba más, deseaba a Spreen pero ¿Le gustaba Spreen? O acaso ¿Le gustaba que lo tocaran de esa forma?
-Silencio- y volvió a unir sus labios. Roier sintió la sonrisa de Spreen en medio del beso, se sintió sumamente orgulloso de ver cómo se retorcía aquel chico que tanto le gustaba bajo el.
-Roier, me gustas- Bajo sus besos por todo su rostro hasta su cuello sintiendo como se sobresalto ante su confesión y también sintiendo sus latidos acelerados, amaba demasiado las reacciones del mexicano pero sobre todo su lindo rostro sonrojado.
-Spreen... Yo-
-Hmm- y Quackity se estiró con los ojos cerrados.
Spreen bajo rápidamente de Roier acostándose como lo estaba antes de todo y sacando el teléfono y sorpresivamente la película al fin se pudo reproducir intentando actuar normal, así como si fuera normal tener los labios inchados y rojos, un gran sonrojo y el cabello un poco desordenado.
-No mames, hace calor aquí- ya despierto hablo el menor de todos abriendo sus ojos intentando adaptar su vista a la oscuridad del cuarto.
Ambos estaban callados fingiendo poner atención a la película a la que siquiera sabían que pasaba, solo adelantaron quedando 20 minutos de terminar.
-oigan... Acaso...- Los miro fijamente poniéndolos nerviosos
Nosescucho elmalditonoestabadormido- Pensó Roier con el corazón en la mano, no sabría cómo explicarle la situación a su amigo cuando ni el sabía lo que sentía.
-No hablé dormido verdad?- y soltó un gran suspiro de alivio.
-si wey nomás nos dijiste que no habías acabado la tarea Y Juan no te la quería pasar- y Quackity se mostró preocupado
-No chingues, que vergüenza- se tapo la cara volviendo a abrazar la almohada.
Y así terminaron de ver la película (solo vieron el final).
-Ya viene mi apa por mi, ahí los dejo. Gracias por invitarme una torta Spreen, me estaba muriendo de hambre baay- se despidió el pato dejando solos a ambos (ahora sí) en un ambiente un tanto incómodo.
Ambos despidieron a Quackity en la puerta de su casa, no sabían a dónde ir ni a dónde ver.
Ninguno sabía que decir.
Spreen no sabía si debía disculparse o volver a besarlo para continuar en lo que estaban.
Roier no sabía cómo responder a su confesión, siquiera sabía si lo decía en serio o solo fue la calentura del momento... Pensar que pudo haber sido eso le dolió, podía ser lo más probable, después de todo ¿por qué le gustaría a alguien como Spreen?Pareciera que leyó los pensamientos de Roier o solamente su cara triste lo dijo todo por el. Lo abrazo por los hombros de forma cálida manteniéndose así un rato. Sus manos subieron hasta las mejillas del castaño levantando su rostro para verlo directo a los ojos.
-Roier mírame.- le hablo bajo y grave, escuchar su nombre de la boca ajena lo hizo estremecer y sonrojar. No sabía dónde mirar e inevitablemente termino viendo sus labios, queriendo regresar a ellos.
Aquello fue una luz verde para Spreen quien decidió inclinarse para volverlo a besar de una forma dulce llena de sentimientos, tomando con gentileza y todo el cariño que quería transmitir siendo correspondido de la misma forma.
-Roier de verdad me gustas, demasiado, quiero que seas mío- volvió a besarlo dejando suaves besos por aquel rostro sonrojado -Por favor dame una respuesta, si no lo quieres lo entenderé y me alejaré-
Roier seguía sin decir nada pero el solo pensamiento de no tener a Spreen con el lo aterró, quería todo de el y ahora parecía adicto a sus labios también.
-Yo... También quiero eso, por favor Spreen, hazme tuyo...-
Entre besos terminaron callendo a la cama donde antes estaban dormido una tercer rueda.
Cada vez hacia más calor entre los dos, la ropa era muy incómoda, terminaron por quitarla con brusquedad.
Al fin su sueños húmedos se cumplían, el sobre un Roier jadeante y deseoso de más, de el.
[Continuará... En seguida]
[Segunda parte ya publicada↓]
ESTÁS LEYENDO
Silence /Sproier/
FanfictionDónde Roier y Spreen intentan ser silenciosos a lado de un Quackity Dormido. ❗Inicio soft ❗segunda parte +18 ❗No etiquetar a los Streamers en cuestión Artista @pickmeyuh